*Narra Zayn*
Golpeé con rabia la puerta de la
casa de Josh. Una. Dos. Tres. Y así hasta diez veces.
-Vamos, cabrón, sé que estás ahí. –La
punta de mi pie golpeaba impaciente el asfalto.
Giré sobre mí mismo y me monté en
la moto. Aceleré.
Me salté unos cuantos semáforos en
rojo, y por unos cuantos me refiero a unos diez o doce. Adelanté a decenas de coches
que avanzaban con tranquilidad por la carretera. Y frené en la puerta de las
oficinas de Josh.
Entré en el edificio, escuchando a
mis espaldas los gritos de 'no puede pasar sin cita' de una joven secretaria
que no llevaría más de dos meses trabajando. Me subí al ascensor y pulsé el
botón de la última planta.
"Vamos. Vamos."
Las puertas se abrieron y jamás me
parecieron tan lentas. Salí con prisas de ahí, avanzando por el gran pasillo
hasta que llegué a la puerta del despacho de Josh. La abrí con fuerza,
convirtiéndome en el centro de atención de su mirada.
Lo vi fruncir el ceño y yo cerré
la puerta, antes de rodear su mesa y agarrar con fuerza el cuello de su camisa,
levantándolo escasos centímetros del suelo.
-¿Dónde está Jenn? –Remarqué cada
sílaba, analizando su rostro.
-¿Por qué me preguntas a mí? –Lo
solté, haciendo que su espalda golpeara el suelo.
-Porque sé que tú tienes algo que
ver con esto. Porque ella no desaparecería así como si nada.
-¿Estás completamente seguro de
eso? –Me detuve un segundo. ¿Y si se había largado? Jenn no haría eso, ella no
era así. ¿Pero, y si lo había hecho? Vi cómo Josh se levantaba y me observaba
desde el otro lado de la mesa. –No sé nada de mi hija desde hace varios meses.
Así que no tengo ni idea de dónde puede estar. –Me crucé de brazos, apoyándome
en el escritorio que presidía toda la habitación. Saqué un cigarro y lo encendí
con parsimonia tras colocarlo en mi boca.
-¿En serio crees que me voy a
tragar que no sabes dónde está Jenn?
-Es la verdad. –Me acerqué a él,
dando una larga calada al cigarro.
-Vamos, Josh. Hagamos esto fácil, dímelo.
–Observé como sus ojos se clavaban en los míos y sonreía. –Si no me lo dices,
acabaré encontrándola. Pero ahorrame trabajo.
-Quizá cuando la encuentres ya
esté muerta. –Sonrió. Estaba hablando de matar a su propia hija. Apreté los
puños con rabia y aparté el cigarro de mi boca.
-Te arrepentirás si le tocas un
pelo, Josh. Te lo advierto. –Y choqué mi cigarro contra su mejilla, haciendo
que gritara de dolor. Lo solté para ver la quemadura que le había dejado y
sonreí. –La próxima, será en el ojo.
-Quizá Jenn sufra las
consecuencias por esto. –La voz le temblaba por el dolor; pero hizo temblar
cada parte de mi cuerpo. La había jodido. Ella iba a pagar por eso.
"No si antes la encuentro."
Salí tan rápido como pude de allí
acelerando al máximo hasta llegar a la puerta de mi casa. Necesitaba pensar
todos los lugares en donde podría estar encerrada. Necesitaba saber que podía
sacarla de ahí.
Necesitaba salvarla.
*Narra Jenn*
Abrí los ojos cuando escuché a
alguien abrir la puerta. El sonido de los tacones hacía eco por todo el
habitáculo y, sin ver a la persona por completo, sabía que era Amy la que se
paseaba de un lado a otro con parsimonia.
-¿Qué vamos a hacer contigo? –Se
acercó hasta a mí y se arrodilló poniéndose a mi altura. Agarro mi cara con
fuerza, obligándome a mirarla. –Habrías sido una buena ayudante si hubieras
seguido con tu padre.
-¿Ayudante? ¿Tuya? –Reí,
soltándome del agarre. –No me llegas ni a la punta de los zapatos, bonita. –Observé
la muesca de asco en su rostro y sonreí.
-No te conviene cabrearme.
-¿Y qué vas a hacer? ¿Pintarme con
tu pintalabios más caro? –Su mano volvió a agarrar mi cara, clavando sus uñas
contra mis mejillas. Sentía el dolor y quería que ella también lo sintiera.
Cerré los ojos y estrellé mi frente contra su ojo, haciendo que ambas soltáramos
un alarido de dolor. Abrí los ojos para verla con algo de sangre en su ceja
izquierda y sonreí al ver el resultado del ataque.
Sus manos tocaron con suavidad la
herida y analizó con la mirada la sangre que mojaba sus dedos. Su mirada se
clavó en mí e incluso pude escucharla gruñir. Se puso en pie.
-Zorra. –La punta de su bota se
estrelló contra mi estómago y me mordí el labio para no gritar.
"Hija de puta."
Seguidamente de nuevo su pie
golpeó mis costillas, y así un par de veces más, hasta que el dolor se adueñó
de mí y me obligó a cerrar los ojos.
Sentí el suave roce de un algodón
sobre mi frente y me obligué a mi misma a abrir los ojos. Un chico limpiaba con
delicadeza la herida que yo misma me había hecho al golpear a Amy. Me miró un
segundo a los ojos e incluso pude percibir algo de pena en esa mirada. Sentía
pena por mí. Lo que me hacía suponer cual sería mi futuro aquí dentro. Un
segundo roce con el algodón me hizo tensar todos mis músculos, intentando
averiguar cuál sería su siguiente movimiento.
-¿Tienes alguna herida más? –Su
voz era tranquilizadora, hablaba con el tono con el que se le habla a los niños
pequeños, lo que me hizo relajarme y asentir con poca fuerza.
-Creo... creo que en las
costillas.
-¿Puedo levantarte la camiseta?
Solo quiero saber si tienes algo roto. –Afirmé y él enrolló la camiseta sobre
mi cadera pero paró justo al llegar al borde del sujetador.
Tocó con poca fuerza los sitios
dónde Amy había golpeado mientras yo me estremecía por el dolor. Miré por
encima y comprobé como todo mi costado estaba poniéndose negro por momentos.
Resoplé y el chico rio con poca fuerza.
-¿Te hace gracia? –Volvió a bajar
la camiseta y se apartó encogiéndose de hombros.
-Te quedará un bonito tatuaje.
-Vaya, siempre he querido un
tatuaje en el costado. –Apreté las rodillas contra mi pecho y apoyé la espalda
en la pared. -¿Quién eres tú?
-Soy Peter.
-¿Última contratación de mi padre?
-Eso parece. –Suspiré.
-¿Por qué...?
-¿Por qué la mafia? –Asentí. –Necesito
el dinero.
-Todos entráis en esto por lo
mismo.
-¿Y tú por qué entraste? –Lo miré
extrañada, preguntándome cómo podía saber que estuve en la mafia. –Vamos, eres
la hija del jefe y la ex novia del famosísimo Zayn Malik. Cualquiera aquí
dentro sabe tu historia. A mí solo me falta saber porque te metiste en esto.
-Entré por mantener alejada de
esto a una persona. No podía permitir que siguiera aquí dentro y entré yo para
sacarla. –Peter asintió, analizando mis razones.
-Pero, entrando tú, ¿no
involucraste también a esa persona? –Fruncí el ceño, pero le di la razón
asintiendo a los pocos segundos.
-Gracias por curarme.
-Lo que sea. Estaré en la puerta.
Si necesitas algo, sólo grita. –Sonreí y él cerró la puerta con fuerza. Incluso
llegaría a caerme bien si no fuera un mafioso que está trabajando con mi padre
y que probablemente me pegaría un tiro si hiciera algún movimiento en falso.
Miré al techo y comencé a pensar.
Me había hecho famosa aquí dentro.
¿Por ser la hija de Josh, la ex de Zayn o la hija rebelde que se apartó de su
padre para ir contra él?
Tenía el antojo de llamar a Peter
para hablar con él un rato más. Parecía alguien agradable, pero jamás debes
fiarte de una simple portada. Los más agradables suelen ser los más hijos de
puta. Así que me puse a escuchar como las gotas de una vieja tubería se
estrellaban contra el suelo. Apoyé la cabeza en la pared.
¿Cuánto tiempo llevaba aquí
dentro?
Parecía que llevaba semanas, pero
supuse que solo sería un par de días.
Escuché la voz de mi padre al otro
lado de la puerta y a los pocos segundos se abrió para que entrara con rabia.
Tenía una herida en la mejilla, era una especie de quemadura.
-¿Qué coño miras?
-Tu mejilla. –Reí al ver con
claridad la quemadura que supuse se habría hecho con un cigarro.
-¿Divertido? Fue tu maldito Zayn,
y ahora te toca a ti pagar por esto. –Abrí los ojos de par en par. -Tranquila,
el castigo será lento. Por ahora, te quedarás aquí unos días más. –Agarró mi
pelo con fuerza. -Y sé buena, ya has hecho bastante con Amy.
-Poco le he hecho a la zorra esa. –Soltó
mi cabeza haciendo que se estrellara contra la pared y gruñí de dolor.
-Nos veremos en unos días. –Y
salió, dejando entrar detrás de él a Peter que sonrió.
-Deja de meterte en problemas, no
puedo estar curándote siempre.
-Cállate y ponme una puta venda en
la herida. –Peter rio y se acercó de nuevo a mí con el botiquín.
-Te voy a llamar la chica heridas.
-Y yo a ti el enfermero pesado.
Siempre tiene que haber uno, el que no calla ni debajo de agua.
¡Comentad bbys! <333
Peter te mereces un beso en la frente! Jjaajaaj ya estaba esperando yo un nuevo capitulo♥ me encantan todos! Cuanto le queda mas o menos? Un besazo hermosa
ResponderEliminarPues hasta el capítulo 43, y luego el epílogo. Poquito, la verdad :( Un beso cielooo <3
EliminarLa chica agresiva se esta sobrecargando, ZAAAAAAAAAAAAAYN APARECE YA! CAGO EN TODO! Y Jenn ahí con un par de ovarios retando a todo incluso estando en desventaja jajajaja espero el siguiente capitulo prontito! :)
ResponderEliminarTranquila cielo, shhh shhh que no pasa nada ¡gracias por comentar! <333
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