Entramos en el reservado de fabric,
donde ya nos esperaban Drew, Jordan y Liam. Saludé a los tres con un abrazo y
me senté en uno de los amplios sillones dejando a los chicos hablar mientras yo
esperaba a las chicas.
Empezaron a hablar de fútbol y
demás deportes, que si el Chelsea había ganado tal partido, que si el Swansea
había perdido contra el City y demás cosas que me resultaban bastante
aburridas.
-¿Qué te ha regalado la enana?
-Liam cambió la conversación radicalmente, haciendo que empezara a prestar algo
de atención. Zayn levantó el puño de su camisa blanca dejando a plena vista un
reloj Viceroy de correa de cuero negra y una esfera plateada.
Las caras de los chicos eran un
poema y yo no pude contener una pequeña risa al ver sus reacciones. Jordan se
sentó a mi lado rápidamente y colocó su brazo sobre mi hombro, haciendo que me
pegara tanto como pudiera a su cuerpo.
-Jenn, nena, ¿no te cansas de Zayn?
Si quieres puedes venirte conmigo, además mi cumpleaños es dentro de poco.
-Alzó las cejas provocando mi risa y negué con la cabeza mientras continuaba
riéndome.
-Aparta las manos de ella Jordan.
Es mía. -Zayn miró a mi amigo con media sonrisa y Jordan levantó los brazos de
forma inocente mientras ambos compartían una carcajada.
-Tranquilo Malik. -Me levanté para
abrazar su cintura y él besó mi pelo con parsimonia.
-¡Ya estamos aquí! -La voz de Espe
resonó por todo el reservado y corrí, separándome de Zayn, para abrazarlas.
-Menos mal, no creo que aguantara
ni un segundo más con los tíos. Son demasiado insoportables para mí. -Señalé a
los chicos poniendo mueca de asco y todas mis amigas rieron. Sentí como unas
manos apretaron mi cintura pegando mi espalda a su pecho y sonreí tímidamente.
-Te arrepentirás por llamarme
insoportable, preciosa. -Su voz ronca se clavó en mi tímpano y, acto seguido
besó mi cuello provocándome escalofríos.
Se separó de mí para saludar a mis
amigas y recibir sus correspondientes regalos. Yo me apoyé en una pared y crucé
los brazos sobre mi pecho observando la escena mientras una sonrisa aparecía en
mi cara.
-Parece un niño chico. -Liam se
puso a mi lado, y yo levanté la mirada hasta él para observar como sonreía.
-Sí, un niño chico que tiene en su
bolsillo izquierdo una pistola y en el derecho una navaja. -Rodé los ojos y
volví a fijar la vista en Zayn.
-No seas tan dura, Jenn.
-Solo digo que no lo llames niño
chico cuando es capaz de asesinar a toda la discoteca en un parpadeo. O que
puede estar muerto en menos de diez segundos.
-Zayn no es un asesino sin
escrúpulos, si mata es por algo. -Suspiré y bajé la cabeza. -Y no creo que se
deje matar tan fácilmente.
-Lo sé, lo sé. Simplemente... tengo
miedo de este mundo. Tiene diecinueve años, ¿no puede decidir él si quiere
seguir en esta mierda? -No miré a Liam, pero sabía que estaba negando con la
cabeza. -No quiero perderlo. Ya estuve a punto de hacerlo una vez y no quiero
que llegue una vez que no pueda volver a recuperarlo.
-¡Eh vosotros dos! Amargados. -Lea
se acercó con un par de chupitos y nos los dio, haciendo que nos acercáramos al
resto del grupo.
-¡Por el cumpleañero! -Todos
chocamos nuestros chupitos, haciendo que la miyad se derramara a nuestros pies
y bebimos lo que quedaba de un trago.
Pasamos la noche bailando, saltando
y armando más follón que nunca. La mayoría de los chicos estaban borrachos y
puedo decir lo mismo de las chicas.
Lea y yo nos sentamos en un sofá y,
al cabo de unos pocos segundos, dejó caer la cabeza en mi hombro soltando un
suspiro.
-¿Qué te pasa? -Grité tanto como
pude y ella se apartó para contestarme.
-Harry y yo... nos hemos dado un
pequeño tiempo. -Ahogué un grito de asombro y la miré esperando que siguiera.
Se acercó a mi oído y volvió a hablar. -Lo... lo vi besándose con otra chica.
-Sollozó un poco y siguió hablando. -Sé que no soy nada del otro mundo, pero no
me merezco eso, si quería estar con otras simplemente que me lo hubiese
dicho...-Y rompió a llorar, la agarré del brazo, cogí mi bolso y la llevé al
baño que había, cerrando tras de mí la puerta con pestillo.
-Escúchame -sequé sus mejillas,
mojadas por las lágrimas -eres la tía más alucinante, más guapa, más divertida
y más inteligente que he conocido. No te infravalores porque no lo mereces. Te
contaré un secreto -Lea levantó la mirada hasta a mí y yo le dediqué media
sonrisa -me cambiaría de acera por ti, preciosa. -Le guiñé un ojo y ella
estalló en una ruidosa carcajada que ocasionó la mía también.
-Eres idiota, Jennifer Green.
-Y tú gilipollas, Lea Anderson.
-Volvimos a reír y nos abrazamos con fuerza, antes de salir del baño Lea se
miró al espejo y suspiró.
-Me he jodido el maquillaje.
-Nada que yo no pueda arreglar.
-Abrí mi bolso y saqué un rímel, sombra y un lápiz de ojos.
-Eres mi ídola.
-Lo sé. -Ahuequé mi pelo y sonreí
frente al espejo y ella rodó los ojos causando de nuevo mi risa. Cuando acabó
de pintarse salimos del baño y volvimos a la fiesta con los demás.
La gente se iba yendo, más o menos
borrachos pero se iban yendo de vuelta a casa; todos menos Lea, Liam, Zayn y yo
que, cuando nos quedamos solos los cuatro decidimos irnos a un local más
pequeño, y ahí estábamos. Levanté mi cubata y Lea chocó su vaso con el mío.
-Por nosotras. -Dije lo
suficientemente alto como para que ella me escuchara.
-¡Por nosotras! - Gritó con fuerza
haciendo que todos miraran. Ambas estábamos en el centro de la pista, bailando
entre nosotras, riéndonos de todos los tíos que se nos acercaban.
-¡Chupitos!
-¡Chupitos! -Salté en el sitio y
levanté las manos mientras me dejaba llevar por la música. En la barra pedimos
un par de chupitos y nos los bebimos mientras nos dábamos un abrazo.
-Busquemos a tu chico. -La voz de
Lea temblaba a causa del alcohol lo que provocaba una exagerada risa en mí,
también causada por el alcohol que había ingerido esa noche. Nos movimos como
pudimos dentro del pequeño local mientras por los altavoces sonaba una nueva
canción.
Mi mirada se paseó por todos y cada
uno de los chicos hasta que encontré a Liam y me acerqué a él agarrada de la
mano de Lea. Él sólo sonrió y dio un largo trago de su bebida. Entonces mis
ojos siguieron escrutando el lugar hasta que di en el clavo.
Una morenaza se contorneaba entre
delante de él mientras Zayn no hacía otra cosa que pasear sus manos por sus
despampanantes curvas. Me separé de Lea y Liam y me acerqué a él; toqué su
hombro un par de veces haciendo que se girara para mirarme.
-Como sigas bailando de esa forma
con ella puedes tener claro que a mí no me vuelves a ver.
-No seas tonta, preciosa. -Por el
tono de su voz supe que estaba borracho y suspiré negando con la cabeza.
-Haz lo que te dé la gana, como
siempre. Yo me largo. -Me di la vuelta y me largué del local junto a Liam y
Lea.
-Mañana tendré un resacón de
cojones. -Liam sacó una botella de agua y se sentó enfrente de nosotras en la
cocina. Los tres hablábamos entretenidos, riéndonos por cualquier gilipollez y
en eso se notaba la borrachera que teníamos. Escuché como se abría la puerta
principal y a los pocos segundos Zayn entró en la habitación.
-¿¡Qué tal esa chica, Zayn!? -Me
apoyé en la encimera de la cocina y fingí una sonrisa.
-¡Oh Dios mío! Déjalo, ¿quieres?
-Abrió el frigorífico y se sentó al lado de Liam mientras se preparaba un sándwich
y yo reí irónicamente, recibiendo la mirada de Lea.
-Jenn...
-No tranquila, Lea. -Volví a
centrar la mirada en Zayn que me miraba fijamente. -¿Porque no te la has
traído? Te la podías tirar en el sofá, o en el baño... Es que eres gilipollas,
Zayn. -Le lancé un trozo de magdalena y él gruñó cabreado, lanzando en mi
dirección un hielo de su vaso. Liam puso una mano en su brazo y pareció
tranquilizarse. Aunque su tranquilidad duró apenas unos segundos.
-¡No digas gilipolleces, Jennifer!
Estoy hasta las narices de tus celos estúpidos. Sólo ha sido un maldito baile.
-Se acercó a mí y pegó su cara a la mía- ¡Un jodido baile! Y tú la has liado a
lo bestia en la discoteca igual que en el restaurante, porque lo único que
quieres es llamar la atención.
-¡Eres un cabrón! -Cogí un vaso que
estaba a mi lado y lo lancé en su dirección estrellándolo a pocos metros de su
cara.
-¡Jennifer!
-¿Qué pasa, Lea? ¿También te vas a
poner de su parte? Se la iba a tirar en medio del pub. Lo habéis visto tan bien
como yo. No seas falsa, tía. -La miré cabreada y ella bufó.
-No se la estaba a punto de tirar,
sólo bailaba con ella. No seas una cría y madura ¿quieres? Parece que tienes
quince años y dentro de poco vas a cumplir dieciocho. ¡Espabila! -Chasqueó los
dedos delante de mi nariz haciendo que mi enfado aumentara aún más y clavé la
palma de mi mano en la mesa.
-Mira quien me lo dice, doña
madurez en persona. ¡Que te den, Lea! Vete a comerte la boca con Harry, que es
lo único que sabes hacer. Ah, no, ni si quiera sabes hacer eso, si supieras no
te habría engañado. -Entonces me di cuenta de que ambas estábamos gritando. Y
que lo que acababa de decir no era lo más acertado en ese momento. Vi como sus
ojos empezaban a brillar por las lágrimas y se largó de la cocina.
Liam y Zayn me miraban asombrados
desde la otra esquina de la encimera y yo sólo suspiré sin saber qué decir. Recogí
mi bolso y me largué de allí.
-¡Jenn!
-Genial, lo que me faltaba. -Me
giré y me crucé de brazos esperando a que Zayn hablara.
-¿Te parece normal esta mierda?
¿¡Has visto como le has hablado a tu amiga?! -Dio un paso hasta mí. -No se lo
merece. Te has puesto como una loca.
-Ah, genial. Estoy loca. Zayn, tío,
es que tus rollos me tienen harta. Yo -suspiré- me tienes hasta las narices.
Estar contigo es como una jodida montaña rusa, cuando estas arriba estás
genial, pero eso de estar arriba dura poco. Luego bajas y te hundes en la
mierda, y ahí te puedes tirar días, semanas, meses, hasta que vuelves a subir.
-Él no hablaba. Simplemente me miraba, quieto, sin inmutarse. Bajé la mirada y
me volví a girar en dirección a mi casa.
Capítulo largo, raro y mierdoso, lo sé. Pero antes de que lleguen los buenos capítulos (o al menos los que yo creo que son buenos) tienen que venir los malos. Se aceptan críticas, malas, buenas o de lo que sean. Me merezco las malas, por este capítulo me merezco bastantes malas. Dicho eso, mañana más y mejor. Un beso, Little. xx