viernes, 25 de octubre de 2013

Capítulo 75

*Narra Jenn*

Miré a todos los presentes en la sala y me di cuenta de que siempre había estado en el bando equivocado. Franklin me protegía detrás de él mientras mi padre paseaba lentamente por toda la sala. La puerta de la habitación se abrió y mi mirada se centró entonces en la de Liam que corrió hacia mí protegiéndome con un abrazo. Los aplausos irónicos de mi padre nos hicieron separarnos y Liam le dedicó una mirada de asco. La voz ronca de Franklin fue la primera en romper el hielo en la sala.
-Ya no somos tan buenos amigos como antes, ¿no, Josh? –La risa de mi padre sorprendió a todos.
-Nunca hemos sido amigos, Franklin. Siempre te he seguido el juego para conseguir esto, el poder. Ahora que lo tengo, no me haces falta. –Cargó la pistola, dirigiéndola a la cabeza de Franklin. Tragué saliva y me giré, refugiando la mirada en el pecho de Liam. Otra pistola se recargó en la habitación haciéndome mirar de nuevo la escena y, esta vez, el cañón de la pistola se clavó en el lateral de la cabeza de mi padre.
-Baja el arma. –La voz de Zayn resonó con fuerza y mi padre sonrió de medio lado.
-Vaya, el héroe. Estabas tardando en llegar, Zayn. –Mi padre bajó la pistola y se giró mirando a Zayn y haciendo que el cañón de la pistola ahora estuviera entre sus ojos. Di un paso al frente, pero las manos de Liam me impidieron avanzar mucho más.
-No.
-Liam...
-No. –Y volvió a pegarme a su pecho, abrazándome con delicadeza.
-Mira Zayn, tus juegos me tienen harto. –Chasqueó los dedos y dos hombres se acercaron al cuerpo de Zayn cogiéndolo por los brazos haciendo que su pistola cayera al suelo. –No eres más que un crío, ¿te crees que podrías conmigo? –Mi padre volvió a elevar el arma, ahora hasta la cabeza de Zayn.
-¡No! –Me solté y cogí la pistola de Liam cargándola y apuntando a mi padre. –Suelta la pistola. –Sentía todo mi cuerpo temblar, pero si tenía que disparar lo haría. –Josh, suelta la pistola.
-No dispararás, soy tu padre.
-Tú no eres nada mío, ahora suelta la jodida pistola. –Grité con fuerza, haciendo que todas y cada una de las personas de la sala me miraran.
Mi padre soltó el arma en el suelo, al mismo tiempo que le hacía una señal a uno de sus hombres para que cogiera la de Zayn.
Disparé al techo, dándole ventaja a Zayn para que se soltara de su agarre y le propinara un par de patadas a cada uno.
-Corre. –Las palabras de Liam salieron en un susurro en mi oído. Corrí hacia la puerta y Zayn me cogió para abrazarme con fuerza. Liam sacó otra pistola de su chaqueta y apuntó a los dos hombres que segundos antes cogían a Zayn, aunque estos dos tampoco habían perdido el tiempo y también apuntaban en la dirección de Liam. Zayn tiró de mí saliendo de allí y, mientras recorría el pasillo lo único que pude escuchar fue un disparo.
Paré en seco y miré a Zayn que también había dejado de correr, las lágrimas se agruparon en mis ojos y empezaron a caer con rapidez.
-Tranquila. Tranquila. Seguro que a Liam no le ha pasado nada. Es el mejor tirador que conozco, mejor incluso que yo. Estará bien, seguro. –Estrellé mi mejilla contra su pecho, mojando su camiseta con mis lágrimas. –Escúchame Jenn, tienes que ser más valiente que nunca y hacer exactamente lo que yo te pida. –Asentí, secándome las lágrimas. –Sólo corre delante de mí, ve por las calles que yo te diga y esto habrá terminado en poco más de una hora. ¿Vale?
-Sí. –Besó mis labios acariciando con delicadeza mis mejillas húmedas por las lágrimas.
-Te quiero.
-Yo también te quiero.
-Ahora corre, preciosa. –Empecé a correr y salí del gran edificio, chocándome de frente con la fría brisa mañanera que azotaba Dublín. –Izquierda. –Corrí en la dirección que él me había dicho.
Y así durante muchos minutos. 'Derecha', 'izquierda', 'recto', 'izquierda', y cuando me cansaba, él se acercaba y me besaba, empujándome a seguir corriendo. Paré un segundo y vi como unos tres hombres nos seguían y volví a correr.
-¡Derecha! –Corrí en esa dirección y miré de reojo apenas un instante para ver como Zayn giraba en dirección contraria, llevándose tras él, a los hombres que nos seguían. ¿Qué cojones? Cambié mi dirección y seguí recto, con la intención de interceptarle en la siguiente calle. Aceleré tanto como podía aún con la pistola pegada a mi pecho y giré a la izquierda. Seguí corriendo hasta llegar a una plaza y paré de seco cuando lo vi a él parar también para mirarme.
Miré sobre su hombro, nadie lo seguía, había conseguido despistarlos.
De repente nos encontrábamos mirándonos en mitad de la calle. Mis piernas temblaban después de haber corrido durante tiempo, sentía que iba a caerme al suelo en cualquier momento. Él, sin embargo, me sonreía, cómo diciendo que todo iba a salir bien.
“Una mierda, ¿se piensa que soy idiota?”
Resoplé. Y un sonido sordo resonó por toda la calle. Un disparo. Provocó que toda la gente corriera en cualquier dirección para protegerse. Yo, por el contrario, me quedé parada revisando cada recoveco de la calle, pero no vi nada ni nadie sospechoso, todos corrían intentando proteger su vida, lo cual le había venido de perlas al tirador para pasar desapercibido. Volví a fijar mi mirada en sus ojos marrones. Seguía sonriendo. Fue entonces cuando me fijé en su camiseta, ahora teñida de rojo. Me tapé la boca para ahogar un grito y, sacando fuerzas de donde no había, corrí hasta él. Lo tumbé en el suelo, convirtiéndonos en el centro de atención del gentío. Apartó un par de mechones de mi cara y me besó con fuerza, saboreando con lentitud mis labios.
-¿Te estás despidiendo? –Él rió débilmente y me acarició la mejilla, secando una lágrima que se había escapado.
-No te librarás de mí tan pronto. –Le abracé y él me apretó con fuerza contra su pecho. Sin embargo, unos segundos después, dejó de abrazarme.
Miré al hombre que me tenía cogida del brazo separándome de Zayn. Intenté soltarme como podía, pero mis fuerzas habían desaparecido por completo. Miré sus ojos un segundo y él clavo los suyos en los míos.
-Te quiero.
-Te quiero. -Ambos gritamos al mismo tiempo, provocando aún más mis lágrimas. Me subieron a un coche y miré por la ventana, un joven estaba ayudando a Zayn. Y yo me alejaba de él; su figura se hacía más lejana y yo, lo único que podía hacer era ver cómo me separaban de él.
-Los dos han sido eliminados. –El conductor hablaba con el chico que me tenía agarrada por el brazo.
-¿Payne también?
-Payne también. –Mi corazón se paró en el acto. Liam... dejé escapar un sollozo.
-Era un buen negociador, una lástima su pérdida. –Y mi rostro se llenó de lágrimas.

2 comentarios:

  1. JODER, NO HE LLORADO MÁS EN MI VIDA,
    ERES INCREIBLE.
    POR QUE NO SACAS UN LIBRO DE ESTA FIC?

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    1. Muchas gracias, de verdad. Pues lo tenía en mente, pero la verdad, no sé ni dónde habría que llevarlo para que lo publiquen y lo voy dejando y al fina pues nada.

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