-¡Despierta, dormilona! –Sentí como
besuqueaba toda mi cara y me quejé, enterrando mi cuerpo aún más entre las
sábanas. -¡Vamos, preciosa! Nos vamos a Verona.
-Cinco minutitos más. –Murmuré como
una niña pequeña lo que provocó su risa. Sentí como sus brazos rodearon mi
cintura y, antes de darme cuenta estaba sobre su hombro. Tenía los ojos
entrecerrados cuando me sentó en el sofá y empezó a desnudarme. –No estoy para
eso, Zayn.
-¿Por qué siempre tienes que pensar
mal de mí, preciosa? –Dejé escapar una pequeña risa y me estiré abriendo por
completo los ojos. –Buenos días. –Besó mi nariz para volver a irse a la
habitación, permitiéndome una perfecta vista de su espalda. Resoplé sintiendo
el rubor en mis mejillas y me levanté para empezar a vestirme yo también.
No había amanecido aún en Roma cuando
estábamos saliendo del hotel, nos esperaban cuatro largas horas hasta Verona,
de las cuales pasé tres y media inventándome la letra de las canciones
italianas que sonaban en la radio. Y el resto, observando el precioso paisaje
que ofrecía la Toscana.
-¡Oh Romeo, Romeo! ¿Por qué eres tú
Romeo? Niega a tu padre y rehúsa tu nombre; o, si no quieres, júrame tan sólo
que me amas, y dejaré yo de ser una Capuleto. –Me asomé a la réplica del balcón
de Julieta que había en Verona, centrando la mirada en Zayn que me miraba tan
sorprendido como el resto de la plaza.
-¿Continuaré oyéndola, o le hablo
ahora? –Reí en voz baja al ver que me seguía el juego. La gente de la plaza nos
seguía observando, incluso algunos habían empezado a grabar la escena.
-¡Sólo tu nombre es mi enemigo!
¡Porque tú eres tú mismo, seas o no Montesco! ¿Qué es Montesco? No es ni mano,
ni pie, ni brazo, ni rostro, ni parte alguna que pertenezca a un hombre. ¡Oh,
sea otro nombre! ¿Qué hay en un nombre? ¡Lo que llamamos rosa exhalaría el
mismo grato perfume con cualquiera otra denominación! De igual modo Romeo,
aunque Romeo no se llamara, conservaría sin este título las raras perfecciones
que atesora. ¡Romeo, rechaza tu nombre; y a cambio de ese nombre, que no forma
parte de ti, tómame a mi toda entera! –Lancé una mano al aire, recordando la
representación que tuve que hacer en sexto de primaria y reprimí una pequeña
risa.
-Te tomo la palabra. Llámame sólo
“amor mío” y seré nuevamente bautizado. ¡Desde ahora mismo dejaré de ser Romeo!
–Zayn se subió a la pequeña plataforma que había justo enfrente del balcón,
juntando sus labios con los míos y los aplausos resonaron por toda la plaza.
Rompí a reír al ver a toda la gente aplaudiendo con ganas nuestra improvisada
representación.
-No conocía esta faceta tuya,
Malik. –Agarré la cámara y me acerqué a su mejilla dejando un beso en ella al
mismo tiempo que capturaba el momento.
-Hay partes de mí que desconoces.
-Pues no quiero esperar mucho en
descubrirlas. –Volvimos a reír y nos montamos en el coche emprendiendo el viaje
hasta Venecia.
-Como me caiga al agua te juro que
vienes conmigo detrás. ¡Malik, no muevas la góndola! –Zayn rió y dejó de
moverse por el estrecho barco haciendo que todo el movimiento parara. Se sentó
detrás de mí y rodeó mi cadera con sus piernas.
-No dejaría que te cayeras, tonta.
-Pues estate quieto y rema, que tú
eres el experto en esto, ¿no? –Sonreí y él puso los ojos en blanco cogiendo el
remo haciendo que la góndola se moviera por todo el canal. De nuevo hicimos
allí un reportaje de fotos tanto de ambos como de los monumentos que veíamos y,
cuando acabamos, regresamos a Roma.
Llegamos al hotel después de cinco
horas de viaje, ni si quiera sentía las piernas después de pasar tantas horas
sentada en el coche y la cabeza me iba a estallar de tanta autovía. Me desnudé
lo más rápido que pude y me metí en la cama cubriendo mi cuerpo con la fina
sábana. El colchón se curvó con el peso de Zayn, que besó levemente mi hombro
antes de tumbarse por completo. Entonces, una duda asaltó mi mente.
-Zayn. –Escuché un 'hmm' en el otro
lado de la cama y me giré para mirarlo cara a cara. –Nunca me has contado
porque quieres dejar este mundo. Ya sabes, la mafia y eso. –Sentí su cuerpo
tensarse ante el tema.
-Te dije que ya te lo contaría.
-Pues es el mejor momento. –Hice
una pequeña pausa esperando que él empezara y, como vi que no lo hacía, me
abracé a él mostrando una sonrisa. –Por fa. –Suspiró resignado y dejó ver una
fugaz sonrisa, aunque se borró rápidamente.
-Si esperas una historia agradable,
te advierto que no lo es. –Asentí poco convencida y me separé de él para
mirarlo fijamente. –Hace varios meses tenía que hacerle una visita a uno de los
organizadores de campaña de James, ya sabes, una visita rápida. –Afirmé
entendiendo que esa visita significaba asesinarlo. –Bien, entré en su casa y el
tío estaba dormido mientras la mujer estaba no sé dónde, sería perfecto. Un
tiro y fin, nadie se enteraría. –Hizo una pausa y se irguió apoyando la espalda
en el cabecero de la cama. –Cuando me iba a ir, escuché la puerta abrirse y
entró su hija en el cuarto. Cuando me vio, lo único que hizo fue decir
"Hola, Zayn", miró a su padre y volvió a mirarme, sabía lo que había
hecho, vio la pistola, lo vio todo. Tuve que pegarle un tiro. –Sus palabras
salieron sin más; mis ojos se cristalizaron, y sabía que empezaría a llorar de
un momento a otro. –No tenía más de cinco años, Jenn. Me sentí como una mierda,
pero me conocía, lo había visto todo y podía decirle mi nombre a su madre o a
la policía y estaba jodido, no tenía otra opción. –Recogí mis piernas entre mis
brazos, pegando los muslos a mi pecho y apoyando la barbilla en las rodillas
mirando a un punto fijo de la habitación.
No podía negar que aquello me había
afectado más de lo que pensaba; sentí como mis mejillas se humedecían, pero no
sabía en qué momento había empezado a llorar. Sorbí por la nariz y limpié mis
mejillas, intentando que Zayn no se diera cuenta.
-Por eso quiero salir de esta
mierda, pero mi familia me lo impide.
-¿No te puedes salir por ellos?
-No, las cosas no son como piensas.
Soy demasiado importante en la parte inglesa como para que me pierdan. –Rodó
los ojos y se acercó a mí envolviendo mi cuerpo con sus brazos. Tragué saliva
pensando lo que iba a preguntar, más bien pensando si sería capaz de afrontar
la respuesta.
-¿Has asesinado a alguien más desde
entonces?
-Sí. –Respondió frío, sin
sentimiento.
-¿Seguirás haciéndolo? –Se quedó
callado un par de minutos, en los que, en la habitación, sólo se escuchaba el
ruido de los coches que pasaban por la calle.
-Sí. –Asentí levantándome de la
cama y alejándome de él. Necesitaba reponer fuerzas después de lo que acababa
de escuchar. –No te vayas. Jenn, no hagas esto. Sigo siendo el mismo.
-Sólo voy a beber algo, relájate
Malik. –Por fin sonrió después de toda la noche. Se levantó de un salto
agarrándome de la cintura y levantándome por los aires.
-No sé qué he hecho toda mi vida
sin ti.
-Yo tampoco lo sé.
-Veo que no te falta ego, eh
cariño. –Reí y dejé que me abrazara con fuerza. –Lo digo en serio, Jenn, has
visto la peor versión de mí y no has echado a correr, ten por seguro que no voy
a dejar que te vayas de mi vida.
-Tranquilo, tampoco pensaba
hacerlo. –Me giré encontrándome con su sonrisa a pocos centímetros de mi cara.
V-A-L-E. He muerto. 1- La escena de Romeo y Julieta por favor asdfghjklñasdfghjlkñ y luego las góndolas tu quieres deprimirme al recordar que no tengo novio verdad? 2- Zayn, joder pobrecito eso le tuvo que marcar, y como que no le deja la familia a que voy con una metralleta jajajajaja 3- La ultima parte es tan asdfghjklñadfghjlañsdf que muero de amor. H-E M-U-E-R-T-O. :D
ResponderEliminarYo también me deprimo escribiendo porque no tengo novio T_____________T JAJAJJAJJAJAJA Me alegro de que te guste xx
EliminarCada día me gusta más esta "pareja" jaja
ResponderEliminarY yo que me alegro jaja
EliminarBelen.... Guapa... Cariño.... Ya te dare la ragañina por wa pero...... Como se te ocurre??? Quiero en mi vida un ZAYN MAFIOSO lo quiero!! Aquí y ahora!! Xd
ResponderEliminarJAJAJAJAJA hija, tú y todas, yo también quiero un Zayn
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