Capítulo 35

Zayn empezó a reír y yo acompañé su risa cuando escuché a Harry llamarme al fondo de la sala, sin embargo, su rostro enfadado había cambiado y ahora me miraba con media sonrisa. Le devolví la sonrisa y me despedí de él con la mano antes de cerrar la puerta a mis espaldas y dirigirme a la recepción del hotel.

-La niña se está convirtiendo en toda una rebelde.

-Eres una mala influencia, Malik. –Él dio un paso alejándose de mí, mirándome de arriba abajo haciéndose el ofendido. Reí negando con la cabeza y me acerqué de nuevo a él. -¿Tienes alguna idea de dónde ir? –Zayn se quedó parado, mirando algún punto fijo de la habitación. No, no tenía ni idea. Ahogué una risa y él sonrió.

-A casa de Liam. Él no está, así que nos podremos quedar ahí esta noche. –Asentí y salimos a la calle. Una gota de agua impactó en mi mejilla y suspiré, el vestido a la mierda, y el peinado igual. Zayn me cogió de la mano y me guió hasta el coche. –Te estás empapando.

-Da igual. –Agarré sus mejillas y junté sus labios con los míos, sin importarme que la lluvia estuviera helándome. Reí contra sus labios cuando escuché a mi madre gritar mi nombre desde la puerta del hotel y me separé de él para mirarla.

-¡Metete en el coche que te vas a helar, Jenn! Zayn, no la lleves tarde a casa. –Reí aún más fuerte al escuchar las palabras de mi madre y Zayn rió a mi lado.

-A las once estará ahí, señora. –Ella asintió, volviendo a entrar dentro del hotel y nosotros en el coche. Zayn aceleró, derrapando sobre el asfalto mojado. 

-Me voy a duchar, que estoy muerta de frío. –Me quité los zapatos y entré al baño, encendiendo el agua caliente. Dejé la ropa en el suelo y entré con prisas a la ducha, y me metí bajo la cortina de agua que caía. Sentí unas manos en mi cintura y me giré para encontrarme a Zayn sonriendo.

-Es para entrar en calor más rápido. –Se encogió de hombros inocentemente y yo reí. Rápidamente capturó mis labios en un beso y me apoyó contra la pared. Nuestras agitadas respiraciones se mezclaban con el sonido que hacia el agua golpeando el suelo. Me separé de sus labios, dándole tiempo a cogerme en brazos y sacarme de ahí.

Anduvo conmigo en brazos hasta la cama de Liam donde me dejó caer y él se echó encima de mí con media sonrisa. Sus labios pasaron de mis labios a mi cuello, donde dejo varios mordiscos antes de bajar a mi pecho. Mis manos se paseaban por su espalda y, cuando sus besos llegaron a mis caderas, lo obligué a subir hasta mis labios para volver a besarlo. Una de sus manos acarició mi muslo hasta que introdujo un par de dedos en mí provocando que arqueara la espalda. Contuvo mis gemidos con un beso pero no sacó los dedos de ahí. Un par de minutos después se movió medio centímetro, acercándose a la mesita de Liam y rebuscó en los cajones hasta que por fin encontró lo que buscaba.

-Rápido Zayn. –Él rió mientras abría el preservativo y yo se lo arrebaté de las manos para ponérselo. Resopló en mi oído cuando mi mano hizo contacto con su erección y yo dejé escapar una pequeña risa.

Las embestidas fueron lentas, al compás de los besos que dejaba en mi cuello y, a medida que aumentaban de velocidad,  sus gemidos se hacían más notables en la habitación. Sus manos agarraron mis caderas, en un intento de suavizar los movimientos, pero solo consiguió hacerlos más fuertes. Me senté en sus rodillas mientras él seguía moviéndose dentro de mí y besé con impaciencia sus labios cuando lo sentí tensarse. Segundos después yo también había llegado, dejando escapar su nombre en un grito.

Me tumbé en la cama y él hizo lo mismo abrazando mi cintura. Me apoyé en su pecho y el sueño se iba apoderando de mí a medida que nuestras respiraciones cada vez estaban más calmadas. Sentí como Zayn tiraba de la manta para cubrirnos a ambos y dejaba un par de besos en las marcas del cuello que él me había hecho minutos antes.

Levanté la mirada para observar cómo me miraba y sonreí notando el rubor de mis mejillas. Él simplemente acarició el pelo que caía sobre mi espalda y miró al techo con una sonrisa en la cara.

-¿A qué viene esa felicidad? –Él volvió a clavar sus ojos en los míos.

- ¿Sabes, Jenn? Esta no era mi idea contigo, cuando te vi en clase no pensaba que podía pasar todo esto. –Lo miré extrañada y él siguió hablando. –No estabas en mis planes, pero ahora, tú eres mi único plan. –Se acercó a mis labios, hasta situarse a apenas un centímetro de ellos. –Te quiero. –Y juntó sus labios con los míos para besarme de nuevo.

-¿Acabas de decir…?

-Sí, que te quiero. –Sonreí como una imbécil y me eché encima suya para besarlo por toda la cara. Él cogió mi cara entre sus manos y me besó con fuerza provocando mi risa. –Buenas noches, preciosa. Descansa. –Asentí, tumbándome de nuevo en la cama y me abracé a su cintura mientras él rodeaba mis hombros con sus brazos pegándome aún más a él.

-Malik.

-Green. –Levanté la mirada y sonreí.

-Te quiero. –Escuché una débil risa y cerré los ojos. Estaba medio dormida cuando escuché la melodía del móvil de Zayn y cómo contestaba con la voz adormilada. Por lo poco que escuché supe que era Liam quién estaba al otro lado de la línea. Sonreí apoyándome en la almohada, mirando fijamente la espalda de Zayn. Escuché como Liam decía algo de que tenía una cena que supuse sería con alguien que Zayn conocía ya que se despidió con un ‘salúdalos de mi parte, en unos días estaré ahí.’ Cerré los ojos de nuevo cuando colgó y él volvió a abrazarme, pegándome por completo a su cuerpo.