Capítulo 39

Je, yo creo que soy demasiado buena dandoos un segundo capítulo, eh. Pero es que sois muy asdfghjklñ <3 Gracias por leer la novela. ¡Comentad!

*Narra Jenn*

Lunes de nuevo. Y de nuevo me encontraba en los pasillos del instituto preparada para entrar en clase. Los brazos de Harry rodeaban mi cintura, mientras apoyaba su barbilla en mi hombro. El domingo hablamos de todo lo que había pasado en la fiesta y, finalmente, acabamos dejando lo que tuviéramos. Volvíamos a ser amigos. Observé a mis amigos con detenimiento hasta que llegue a Espe que no dejaba de mirar el móvil con una sonrisa de idiota en la cara. Le di un pequeño golpe en el brazo y me miró. Simplemente vocalizó un "luego hablamos" y yo asentí.

Escuché a alguien gruñir a mis espaldas y miré de reojo como Zayn se apoyaba en una taquilla con la mirada fija en Harry y en mí.

-Te lo vas a comer con los ojos. -Harry habló en mi oído de forma que sólo yo pudiera escuchar sus palabras.

-Cállate, idiota. -Me reí entre dientes y él me giró hasta ponerme cara a cara con él.

-Vamos a ponerlo celoso un poco. -Y dicho eso, me agarró con más fuerza y una carcajada salió de mis labios, haciendo que todos mis amigos nos miraban intrigados.

-Voy al baño, Harry, déjame salir. -Dije en un pequeño susurro que sólo escuchó él. Avancé por el pasillo y entré al cuarto de baño. Apenas dos segundos después escuché la puerta cerrarse y sequé mis manos en los vaqueros con la intención de irme. Sentí unos brazos rodear mi cintura y apoyarme en la pared. Fue entonces cuando subí la mirada y vi a Zayn parado a escasos metros de mí.

-¿Que narices ha sido eso? -Pude detectar un tono celoso en su voz y decidí jugar un rato. Zayn aún no sabía que lo había dejado con Harry y eso me daba ventaja para reírme un rato.

-Sólo me reía con mi novio. -Zayn colocó los brazos a ambos lados de mi cabeza, encerrándome entre su cuerpo y la pared. Elevé la mirada para fijarla en sus ojos marrones, pero la aparté de ahí rápidamente temiendo perderme en ellos.

-¡Esto no va a seguir así, joder, Jenn! -Su voz se elevaba por segundos -¿¡Él o yo!? -Acabó gritando.

Una pequeña sonrisa salió en mi cara, adoraba cuando se ponía celoso. Velozmente escondí mi sonrisa y clavé mis ojos en los suyos.

-Tú, Malik, siempre has sido tú. -Él puso una mano en mi cadera, juntando aún más nuestros cuerpos y me besó lentamente.

La intensidad del beso aumentó y, cuando me quise dar cuenta, estaba sobre su cintura mientras él me pegaba de nuevo a la pared. Una pequeña sonrisa atravesó su rostro antes de que volviera a hablar.

-Estamos en el instituto, preciosa.

-Como si a ti te importara eso. -Ambos reímos y mi vista se posó en una ventana que había. Era demasiado pequeña para Zayn, pero lo suficientemente grande para mí. Él siguió con su mirada la mía y me bajó al suelo.

-Te espero fuera. -Lo miré con una sonrisa antes de verlo salir del baño y me acerqué a la ventana dando un pequeño salto y sentándome en el alfeizar. Mis piernas colgaban fuera del edificio. Antes de saltar, cogí mi móvil y escribí con rapidez un mensaje a las chicas.

"Cubridme, porfa. Dejadme la mochila luego en la puerta de ni casa."

"Eso está hecho."

"Disfruta."

"Protegeros."

Sonreí, sabiendo perfectamente a qué clase de protección se refería Zoe. Guardé el móvil en el bolsillo y miré al suelo.

"Sólo es un segundo piso, Jenn. Tu puedes."

Respiré hondo y salté. Mis pies tocaron el suelo y respiré tranquila. Seguía de una pieza. Corrí a la puerta del colegio, esquivando al portero y me encontré con Zayn a pocos metros.

-Pensaba que te habías rajado, preciosa. -Besé sus labios y sonreí negando con la cabeza. Nos montamos en la moto y, antes de ponernos el casco me acerqué a su oído.

-¿A dónde vamos?

-A que toques el cielo con tus propias manos. -Besé su hombro y me puse el casco al mismo tiempo que él. Acto seguido, aceleró mientras el timbre indicaba que acababa de empezar la primera clase.

Recorrimos las carreteras de Londres, hasta las afueras. Había pasado más de media hora cuando por fin la moto paró. Miré al lugar y solo vi una casa medio abandonada.

-¿Esto es el cielo?

-Al cielo te voy a llevar yo en diez minutos, preciosa. -Solté una carcajada y bajé de la moto dejando que Zayn colocara el caballete. Avancé un par de metros hasta que mis pies dejaron de tocar el suelo. Miré hacia arriba y vi una sonrisa en la cara de Zayn.

-Puedo andar sola, ¿sabes?

-No por ahí. -Señaló el camino a la casa, lleno de espinas y piedras. No, no podía andar sola por ahí y menos con sabrinas. Él rió y empezó a andar. Sentía sus músculos contraerse y relajarse bajo mi cuerpo, y su respiración tranquila en mi frente.

Un par de minutos después me dejó sobre un viejo sofá y cerré los ojos cuando escuché un "ahora vengo".

Abrí los ojos al escuchar una melodía en alguna habitación cercana a donde yo estaba. Me levanté del sofá y me paseé con cuidado por la casa. Después de recorrer un par de pasillos, encontré a Zayn tocando el piano.

-Buenos días, bella durmiente.

-¿Cuánto llevo dormida?

-Un poco más de una hora.

-Tendrías que haberme despertado.

-Es que al menos cuando duermes estás callada. -Fruncí el ceño y él rió en voz baja. -Es broma. Ven siéntate aquí. -Me hizo un pequeño hueco en la banqueta y yo lo acompañé.

-¿Que estabas tocando?

-Es algo que compuse hace un par de días.

-Vuelve a tocar. -Zayn respiró hondo y volvió a hacer que las notas envolvieran la pequeña habitación. Era una melodía alegre, que rápidamente cambiaba a una triste y luego alternaba un ritmo con otro.

-¿Y bien?

-Es... ¡es genial! ¿Cuánto hace que sabes tocar?

-Hace 8 años. -Mi boca se abrió formando una 'O' y él sonrió. Me levanté de la banqueta y empecé a revisar la habitación. Estaba hecha un completo desastre, pero los libros seguían ocupando las estanterías.

-¿De quién era esta casa? -Me di la vuelta para mirarlo y él suspiró, tomándose su tiempo para contestar.

-De mis padres. Antes de tenerme y todo. -Se levantó de la banqueta y se acercó a mí. -La casa se incendió y se mudaron a mi casa actual. Luego me enseñaron esta y, desde entonces, vengo aquí a relajarme.

-Y a tirarte a las tías... -Las palabras salieron en un pequeño susurro de mi boca, pero supe que él las había escuchado cuando me pegó más a su cuerpo y dejó caer su cabeza en mi hombro.

-Sólo han pisado esta casa dos chicas antes que tú. -Hizo una pequeña pausa. -Mis dos primas. -Sonreí de medio lado y me di la vuelta para fijar mis ojos en los suyos.