Capítulo 1.

Bueno, después de unos cuantos meses sin tocar la novela ni nada, aquí estoy de nuevo. Espero que esta segunda temporada os guste como la otra y que la comentéis igual que la otra, que me hasiais felis con vuestros comentarios xd oc ya. Pues eso, que aquí tenéis la segunda temporada, ¡disfrutadla!

Me levanté dirigiéndome al amplio balcón con vistas a la playa y sonreí, apoyando la cabeza en mi mano izquierda. Escuchaba el sonido de las olas romper contra la no tan lejana orilla y me tranquilizaba pensar en la soledad del lugar. Sentí unas manos rodear mi cintura y la sonrisa que sentía en mi cara aumentó aún más. Zayn apoyó su cabeza en mi hombro después de dejar un beso en él y fijó su vista en el horizonte, al igual que yo.

-¿Por qué no vuelves a la cama? Es temprano… -Me encogí de hombros, aún con la mirada fija en el horizonte. -¿Estás bien?

-Todo lo bien que se puede estar un mes después de la muerte de tu mejor amigo. –Él suspiró y me hizo girar para quedar cara a cara. Besó mi frente y me apretó con fuerza contra su pecho, sollocé un poco pero rápidamente me recompuse y lo abracé aún más fuerte. –Lo echo de menos…

-Yo también, preciosa. Yo también. –Me separé y observé su pecho desnudo. Tracé con mis dedos la cicatriz de su hombro, y él gruñó por lo bajo.

-¿Aún te duele?

-Un poco. –Cogió mi mano apartándola de la herida y me dedicó media sonrisa. –Vamos, volvamos a la cama. –Tiró de mí, como si fuera una pluma y, en medio segundo, ya estábamos ambos dentro de la cama. Reí con fuerza cuando sentí sus brazos rodear mi cintura y pegarme a su cuerpo. -¿Ves? Aquí se está mejor.

-Sin duda que sí. –Una sonrisa decoró su cara causando la mía también. Apoyé la cabeza en la almohada y observé el techo, lleno de fotos, de la habitación.

-Todo esfuerzo tiene su resultado. –Miré de reojo como Zayn también tenía la mirada fija en el techo y asentí.

-Fueron dos días largos poniendo fotos. Pero ha quedado bien.

-Ha quedado genial, pero no me refería a eso. –Me giré, apoyando la cabeza en mi mano y el brazo en la almohada, para poder mirarlo directamente a la cara.

-¿A qué te refieres entonces?

-A esto. A estar ahora así. –Sonrió, poniendo las manos detrás de su nuca antes de continuar hablando. –Nos la hemos jugado mucho para estar así, y por fin lo hemos conseguido. ¿Sabes qué, Jenn? –Callé para que él siguiera hablando. –Que me volvería a jugar mil veces el pellejo si al final acabamos tal y como estamos ahora. –Rodé los ojos y sonreí levantándome de la cama.

-Eres un blando, Malik. Yo pensaba que los mafiosos eran tipos duros. –Reí con fuerza al mismo tiempo que su risa jugaba con la mía por la habitación.

-Vamos, sabes que te encanto. –Bufé y me recogí el pelo en una coleta alta.

-No te lo creas tanto, cariño. –Le lancé un beso y salí con prisas de la habitación.

-Eh, tú. ¿¡Dónde vas?!

-A buscar tu hombría, nenaza. –Volví a reír mientras me metía en la cocina y empezaba a preparar el desayuno.

-Si quieres te demuestro lo hombre que soy. –Sentí su cálido aliento chocando contra mi cuello y un escalofrío involuntario recorrió mi cuerpo. Me mordí el labio y lo vi sonreír por el reflejo del cristal del mueble. –Sabía que esa sería tu respuesta. –Me cogió en brazos, sentándome sobre la encimera y colocándose él entre mis piernas. –Te vas a arrepentir de haber dicho eso, preciosa.

-Tiemblo. –Vocalicé a pocos centímetros de sus labios, haciéndole sonreír.

-Eso pretendo. –Reí hasta que sus labios se posaron sobre los míos, moviéndose con ritmo. Lo sentí sonreír cuando mis manos se enredaron en su pelo y mis piernas se enroscaron en su cintura, pegándolo tanto como podía a mí. –Ven aquí, preciosa. –Me cogió en brazos, entre risas, y me llevó hasta el cuarto, mientras dejaba rápidos besos en mi cuello.

-Zayn, que no hace falta que demuestres nada. –Me tumbó en la cama con él encima y sonrió de medio lado.

-Sí, cariño, sí que hace falta. –Reí con fuerza cuando lo vi quitarse la camiseta y besarme el cuello con calma.

"¿Qué hora es?" Abrí los ojos con lentitud, mirando por encima del cuerpo de Zayn. Las dos menos cuarto. Sonreí y me levanté de la cama, estirándome como podía para no despertar a Zayn. Lo miré por encima de mi hombro y lo vi revolverse en la cama. "Es como un niño pequeño."

Me puse de nuevo la ropa y salí del cuarto con la intención de preparar algo de comida. Decidí hacer una ensalada para cada uno y listo. Suspiré cuando acabé de hacerlas, apoyándome en la encimera.

"Un mes, ha pasado un jodido mes. Un mes sin sus llamadas, sin sus malditos sermones diarios, sin sus bromas..." Sentí una lágrima mojar mi mejilla y sorbí por la nariz.

*Flashback*

-Me han invitado a una boda la semana que viene. –Lo miré, mientras me metía un puñado de palomitas en la boca y me encogía de hombros.

-¿Y qué? ¿Tienes que ser el novio o algo por el estilo?

-No, anormal. –Una leve risa salió de su boca y yo me encogí de hombros de nuevo, esperando a que continuara. –Le he dicho a Valen que venga conmigo, pero la tía tiene exámenes que estudiar y no puede venir.

-¡Que desconsideración por su parte! Estudiar y sacarse el curso en vez de irse de fiesta. –Rodé los ojos y volví a coger otro puñado de palomitas.

-A veces pienso que eres idiota, pero es que luego hablas y me confirmas que lo eres. –Lo miré con los ojos abiertos, fingiendo estar ofendida y él rompió en una sonora carcajada. –Desde el más profundo cariño.

-Sí, cariño.

-El caso es, ¿quieres venirte conmigo a la boda? –Tosí, intentando no ahogarme mientras comía y lo miré enarcando una ceja.

-¿Estás de coña no, Liam? –Él rió negando la cabeza.

-Te estoy diciendo de ir a una boda, no de casarme contigo. –Lo miré con cara de asco.

-No me casaría contigo ni en un millón de años.

-Oh, vamos nena. Te pongo, lo sabes. –Me guiñó un ojo provocando mi risa y suspiré asintiendo.

-Sí, me pones enferma. Está bien, iré a la maldita boda.

-No te arrepentirás, enana. –Sus brazos me rodearon con fuerza, levantándome del suelo mientras yo reía en su cuello.

*Fin flashback*

"¿Quién iba a pensar que esa sería de las últimas veces que lo abrazaría?"

-¿Sabes qué? No está bien levantarse y ver que tu novia no está contigo en la cama. –Zayn se apoyó en el marco de la puerta de la cocina y yo levanté mis ojos llorosos hasta él para dedicarle una sonrisa. -¿Qué te pasa, preciosa?

-Simplemente... Liam. –Zayn se aproximó a mí con rapidez y me estrechó entre sus brazos.

-Tienes que convivir con esto, nena. No va a volver, tienes que hacerte a la idea. –Suspiré, aun sollozando entre sus brazos.

-Lo sé, pero... lo echo de menos, sólo eso.

-Anda, ve a ducharte y comemos y después vamos a la playa, ¿quieres? –Asentí con efusividad y él me secó las lágrimas antes de dejar un suave beso en mi frente. -¡Vamos! –Reí y corrí hasta el baño mientras escuchaba su risa de fondo.

*Narra Zayn*

Escuché la puerta del baño cerrarse y suspiré apoyándome en la blanca pared de la cocina mientras cruzaba los brazos sobre mi pecho. Dejé la mirada perdida en algún punto de la habitación, mientras escuchaba como Jenn se duchaba y mi mente se iba a unos cuantos meses antes.

*Flashback*

Aparqué en frente de la casa de Jenn y salí del coche para apoyarme en el capó mientras me fumaba un cigarro y seguía el mismo ritual de siempre. Llevaba más de media hora ahí parado, observando el movimiento dentro de la casa a través de las ventanas, cuando sentí mi móvil vibrar en mi cazadora.

-¿Qué?

-¿Estás en su casa, verdad?

-No te interesa, Liam.

-Ven a mi casa, anda tío. –Bufé cabreado, pero por el tono de su voz supe que era importante. Colgué el teléfono, me monté en el coche y derrapé por la calle un segundo después de que la viera asomarse por la ventana y clavar sus ojos en los míos. En un par de minutos llegué a casa de Liam, que ya me esperaba en la puerta.

-¿Qué quieres? –Él sólo sonrió, sentándose en el sofá mientras yo repetía sus movimientos. -Liam, no tengo toda la noche.

-Pero sí la tienes para quedarte en la calle, helándote, viéndola ir y venir a través de una ventana, ¿no? –Gruñí por lo bajo y él rió con fuerza. –Lo que yo pensaba.

-Bueno, ¿y qué? No puedo hacer otra cosa, la echo de menos, tío. –Bajé la cabeza, apoyándola en mis manos y suspiré. –Tú no sabes lo que es, que pasen los días y que ni uno de ellos sea con ella. No sabes lo que es verla de lejos reírse y cagarte en todo porque tú no eres la razón de esa puta risa. Es un sin vivir el no poder estar con ella, el ver que otro tío la coge de la mano, la abraza, la besa.

-Estás jodido, Zayn. Porque esos ojos te matan, esa sonrisa te hace pedazos. Porque esa tía, sin saber cómo, te vuelve totalmente loco. –Levanté la mirada hasta Liam, que me miraba con media sonrisa en su cara.

*Fin del flashback*

-Y no sabes hasta qué punto tenías razón, tío. –Levanté la mirada hasta el techo, creyendo que, si él estuviera en alguna parte de ahí arriba, me vería.