viernes, 13 de diciembre de 2013

Capítulo 5.

Me senté en la mesa con la mirada fija al plato, sabía que si me atrevía a mirarlo a la cara acabaría haciéndole un maldito interrogatorio de sobre dónde había estado, y no quería peleas así que decidí dejar el tema y centrarme en otras cosas. Me metí un croissant en la boca y di un largo trago de mi zumo.
-Tranquila, que no es el fin del mundo. Te vas a ahogar. –Escuché una débil risa por parte de Zayn y sonreí yo también todavía con los mofletes llenos de comida, lo que causó una risa más fuerte por su parte. Terminé de tragar y apoyé la cabeza en el respaldo de la silla.
-¿Qué te parece si hoy voy a buscar algo de trabajo? Creo que en la tienda de decoración del centro buscan vendedores. –Él enarcó una ceja. –Tú también podrías buscar trabajo, y así no te quedarías solo por las mañanas.
-Sí, yo también buscaré algo. Pero me gusta tu idea, ve ahora y pregunta allí, así te despejaras un poco. –Sonreí asintiendo y terminé de desayunar con prisas, sintiendo su mirada fija en mí. –Me estás intimidando.
-Eso es lo que quiero. –Reí y me levanté besando su mejilla antes de internarme en el largo pasillo.
-Voy a ducharme y a prepararme para ir a preguntar. –Escuché un lejano ‘vale’ y encendí la ducha mientras me desnudaba. Sentí las gotas de agua caliente recorrer mi cuerpo hasta que unas manos se posaron en mi cintura haciéndome saltar en la ducha.
-No quería asustarte. –Reí contra los labios de Zayn y me pegué a él tanto como pude. –Es que no podía resistirme. –Apretó con fuerza mis caderas y en un segundo estaba sobre su cintura, pegada a la pared mientras él dejaba suaves besos por mi cuello. Suspiré sin querer y pude sentirlo sonreír contra mi piel, mientras con sus manos acariciaba la parte baja de mi espalda, provocando mi piel de gallina.
Apreté sus hombros mientras en un ligero gemido dije su nombre y él capturó mis labios en otro beso que sólo rompimos para recuperar el aire que nos faltaba, para después volver a besarnos con las mismas ganas que al principio.
-Vas a llegar algo tarde a la tienda.
-Que le den. –Reí mordiendo su labio inferior haciéndolo farfullar. Entonces recordé la herida y dejé de morderlo para besar su mejilla. –Perdón.
-Tranquila. –Me agarró con fuerza, permitiéndome esconder mi cabeza en su hombro mientras sentía como sus besos hacían un largo camino desde mi hombro hasta mis labios y de ahí hasta mi oreja. –Te quiero, Jenn. –Sus palabras salieron en un pequeño murmullo, pero sonaron con intensidad en mi cabeza, y un escalofrío involuntario atravesó mi espina dorsal.
-Te quiero, Zayn. –Besé su cuello y sentí como sus brazos me apretaban con fuerza contra él.

Me vestí tan rápido como pude, con la intención de que no me cerraran la tienda y poder pedir el trabajo, me puse la primera camiseta que había tirada por el cuarto y me hice una coleta alta antes de besar la mejilla de Zayn y salir con rapidez de la casa. Recorría con agilidad las calles del pueblo hasta que por fin al final de la calle principal (que no era más que una calle con un par de tiendas de ropa) pude distinguir la tienda de decoración, aceleré el paso, mirando de reojo como mi reloj acababa de marcar las una y media.
“Genial, me tiene que hacer la entrevista en media hora.” Suspiré y tiré de la puerta, convirtiéndome en el centro de atención de las únicas dos personas que había en la tienda, que ya estaban recogiendo los últimos papeles que quedaban sobre el mostrador.
-Buenos días señorita, ¿desea algo? –El hombre más mayor me sonrió acercándose a mí con rapidez, mientras que él más joven, que no pasaría de 21 años, se sentó de un salto en uno de los mostradores y me dedicó una simpática sonrisa.
-Verá, me llamo Jennifer Green. He visto que necesitan una ayudante, y he pensado que quizá yo pueda ocupar ese puesto. –Él hombre asintió. –Soy buena en idiomas, por si vienen turistas y las matemáticas se me dan bastante bien, así que podría llevar también algunos asuntos de contabilidad.
-¿Estás en la universidad? –Suspiré y sentí como mis mejillas se teñían de un rojo intenso.
-No, no voy a asistir a la universidad.
-Entonces creo que no le puedo…
-Vamos papá, se ve una chica aplicada, y además es guapa y parece divertida. Verás cómo atrae a más clientes, dale un mes de prueba. –El hombre mayor miró al chico del mostrador y rodó los ojos mientras asentía.
-Está bien, tienes un mes de prueba. –Sonreí emocionada y estreché la mano del hombre que ahora era mi jefe. –Soy Daniel. Bienvenida al equipo, Jennifer.
-Llámeme Jenn. –Sonreí y él asintió. Miré de reojo al que según acababa de oír era su hijo y le sonreí en forma de agradecimiento por haber convencido a su padre, él sólo asintió y se marchó de la tienda entrando a lo que supuse que era el almacén.
-Puedes empezar mañana a las ocho.
-Muchísimas gracias, de verdad, no se arrepentirá. –Salí de la tienda y sonreí emocionada mientras caminaba a casa.

-¡Zayn! –Cerré la puerta de un portazo y entré corriendo a la casa. -¡Zayn! –Miré por todos lados pero en la casa no había nadie. Enarqué una ceja y me asomé a la ventana para ver si estaba en la playa, pero tampoco estaba allí. Revisé mi móvil pero no había ninguna llamada ni ningún mensaje suyo.
 “Quizá esté de compras, como en Londres.”
“Por qué no dices lo que realmente estás pensando.”
“Porque sé que no es ahí dónde está.”
“Pues yo me jugaría el cuello a que está ahí.”
Resoplé haciendo callar a mi irritante conciencia y marqué su número de teléfono, aunque lo único que recibí como repuesta fue la voz del contestador. Volví a intentarlo un par de veces más, pero el resultado era el mismo. Me senté en el sofá, mientras jugaba con el móvil, a pensar dónde podría estar y, todas  las ideas que circulaban por mi cabeza me llevaban al mismo sitio. Mafia.

2 comentarios:

  1. Mae mía zayn en la ducha ......... JAJAJAJA
    Zayn vete para casa y no des problemas jaja que me da a mi que ya empieza a venir (?)
    Lot of love xx

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    1. JAJAJAJAJAJAJA Lo sé, Zayn en la ducha >>>>>>
      Nah, a lo mejor no eh.. o sí xd Besos cielo xx

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