sábado, 16 de febrero de 2013

CAPÍTULO 10

Cerré con fuerza la puerta del baño y me miré en el espejo. Definitivamente ese chico había entrado en mi vida demasiado fuerte. Escuché a alguien acercarse y me metí en uno de los baños que había intentando evitar que me vieran. Escuché una respiración al otro lado de la puerta y a alguien toser con fuerza. Me habían pillado.
-Sé que estás ahí. –Su voz ronca me dejó en estado de shock. Abrí la puerta y vi sus ojos verdes fijos en mí. Me sequé como pude las lágrimas y me acerqué al lavabo para refrescarme un poco. Él seguía ahí parado analizando cada uno de los movimientos que hacía. –Larguémonos.
-¿Qué?
-Eso, vámonos, hoy no damos clases, nos vamos a desayunar y al cine, o a donde sea. Pero lejos del rubito imbécil y... –Antes de que acabara la frase le agarré de la mano y salí con él corriendo por los pasillos del instituto. Le mandé un mensaje a Julie, para que le diera mi mochila a mi hermana y salimos de aquel recinto.
Las calles estaban ocupadas por ejecutivos con prisas y abrigados hasta arriba, pero sólo a Harry se le ocurriría ir con una camiseta de manga corta. Entramos en la primera cafetería que vimos y empezamos a hablar. Harry consiguió hacerme olvidar la noche anterior con Niall. Después del desayuno empezamos a andar buscando un lugar cubierto. El cuerpo de Harry empezaba a temblar por el frío que hacía y yo cada vez estaba más preocupada.
-Sólo a ti se te ocurre ir en manga corta en plena tormenta.
-Tranquila. Estoy bien. Vamos a mi casa y vemos allí la película. –Asentí y echamos a correr cuando un trueno resonó en el horizonte.
En unos quince minutos estábamos los dos empapados sentándonos en su sofá. La casa de Harry era como tres pisos míos. Era realmente grande, y perfectamente decorado. Las fotos con sus hermanos y sus padres ocupaban cada mínimo espacio posible. Tenían una pequeña habitación llena de libros, CDs y películas. Yo me quedé ahí parada mirando cada título, cada artista… sonreí. Aquella habitación era un verdadero paraíso.
-¿Quieres comer algo? –Escuché la voz de Harry al otro lado del pasillo y negué en voz alta. Me fui al salón y me senté de un salto sobre las rodillas de Harry. Me sentía tan agusto a su lado, como no me había sentido en mucho tiempo.
-Tienes una casa preciosa. Y es enorme. –Él rió y pasó un brazo por su cintura acomodándome aún más en su regazo.
-Bueno, ¿qué quieres hacer? –centré mi vista en una consola que asomaba detrás del televisor y miré a Harry sonriendo. Me entendió casi en el acto y se levantó para conectarla. –Sólo tengo juegos de guerra.
Me acerqué a la estantería para ver qué juegos tenía, era cierto, no mentía; todos los juegos eran de guerra y de militares. Sonreí cogiendo uno al azar y se lo di mientras él me miraba divertido.
-Tranquilo, te puedo dar una paliza también en la guerra. –Reímos los dos y empezamos a jugar. Nos pasamos el rato haciéndonos trampas el uno al otro, riéndonos. Éramos dos mejores amigos jugando como niños.
-Beca, tengo que decirte algo. –Dejé de mirar la pantalla para perderme en sus ojos verdes y en su sonrisa. –Sabes que he estado con unas cuantas chicas más de lo normal, que he tenido varios royos de una noche y tal. –Asentí recordando la conversación del viernes. –Bueno, pues con ninguna de mis ex, ni con ninguna de esas chicas he sentido lo que tú me provocas. Eres diferente, especial.
-Oh venga Harry, ¿me vas a besar ya o te lo tengo que suplicar? –Él rió y se acercó a mí besándome con suavidad. Seguía estando presente la electricidad del primer día, la misma que había en el London Eye, y la misma que ha habido siempre entre él y yo.
-Beca, yo… no debería de haberte besado. Ha sido una gilipollez. –Resoplé con fuerza a medida que veía que cada vez había más distancia entre nosotros.
-Te he pedido yo que me beses. –Le acaricié el pelo y volví a acercarme a él para saborear de nuevo sus labios. –Ahora la culpa es mía. –Y volví a estampar un beso en sus labios.
-Y mía. –Y él me besó a mí.
-Mía. –Y le devolví el beso.
Nos pasamos así un buen rato. Definitivamente, no tenía que haber hecho caso a mi hermana, Harry era el perfecto para mí. Su personalidad era distinta a la de Lucas. Harry me entendía, me había apoyado en las dos veces que me había visto mal. Era él y lo sabía.
¿Enamorada? Demasiado pronto para decirlo, pero si puedo decir que, si en ese momento me dieran a elegir. Lo elegiría a él.

3 comentarios:

  1. EJAJSNSKSNSISNISNSJSBS EL CHICHI ME DA PALMAS JAJAJAJAJJAJAJA ;P (SOY ANONIMA)

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    1. CLAAAAAAAAAARO. Que no sé quien eres eh. :) <3

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    2. JAJAJAJAJAJA a qué no? Mi anonimato es único jaja (huelo a ironia xD)

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