domingo, 24 de febrero de 2013

CAPÍTULO 15


Me levanté de la silla y me dirigí al salón dejando a mi hermana en mi cuarto. Suspiré cuando la escuché reír y cerró la puerta. Abrí la puerta del salón y lo vi sujetando una foto de mi hermana y mía de hacía un par de años.
-¿Qué haces aquí?
-Se saluda con un hola. –Le miré de arriba abajo y me crucé de brazos.
-Repito, ¿qué haces aquí, Niall? –Él dio un par de pasos hacia donde yo estaba y yo le lancé una mirada asesina que hizo que se parara en el acto.
-Vale, quería pedirte perdón. Y como en clase estás sobreprotegida por tu novio, pensé qué venir a tu casa era la mejor opción. –Se acercó un poco más y me acarició el brazo con delicadeza. Oh mierda, la electricidad había vuelto.
-Pues pensaste mal. –Suspiró bajando la mirada hasta sus supras. Aunque acto seguido volvió a fijar sus ojos azules en los míos. Sonrió y supe enseguida porque, el color de mis mejillas se estaba volviendo rojo. –Vale, Niall. Te perdono. Ahora déjame estudiar tranquila.
-Ni si quiera sabes porque he venido a pedirte perdón.
-Es verdad, ya la has cagado tantas veces que he perdido la cuenta.
-Tú también has metido la pata un par de veces. –Lo miré sorprendida y negué con la cabeza mientras me acercaba al sofá y me acomodaba en él. Niall me siguió y se sentó a pocos metros de mí. –Está bien Beca, yo quería disculparme por haberte llamado sosa, aburrida y empollona. No eres nada de eso. Siento haberte besado la otra noche, aunque no me arrepiento de haberlo hecho.
-Niall, no importa. Todo solucionado. –Extendí la mano en señal de tregua entre nosotros, pero él me estrechó entre sus brazos. Malditas mariposas y sus ganas de salir al exterior en los momentos más inoportunos. Al cabo de unos segundos me soltó y volvió a mirarme fijamente a los ojos. Su sonrisa se había borrado, y había sido sustituida por una mueca de tristeza. -¿Estás bien?
-No. Si hay algo que nunca me perdonaré es haberte hecho llorar, y no haber salido corriendo detrás de ti antes que Harry aquella mañana. –Me quedé pensando por un instante. ¿Qué habría pasado si hubiera sido él quien me hubiera encontrado en el baño? Resoplé.
-Eh, si hubieras hecho eso ahora Harry y yo no estaríamos juntos. –Él me miró cabreado y se recostó sobre el sofá. -¿He dicho algo malo?
-¿¡En serio te crees que quería que Harry y tú acabarais juntos?! Oh sí, que alegría.
-¡Oh claro! Y a mí me encanta ver cómo te comes la boca con la rubita esa. ¡Me encanta sabes, Niall! –Me levanté del sofá cabreada y me puse a mirar por la ventana.
-¿Por qué te jode tanto que esté con ella?
-Supongo que por la misma razón que a ti te jode que Harry esté conmigo.
-No, no creo que tú estés loca por mí tanto como yo por ti. –Me di la vuelta casi en el acto y él me miraba respirando con rapidez. Nos quedamos así durante un par de minutos. Mirándonos fijamente, sin saber qué hacer. Le odiaba. Le odiaba tanto por hacer que me enamorara de él desde nuestra primera pelea. Y le odiaba aún más por decirme tan tarde que él estaba loco por mí.
-No. No estoy loca por ti. –Mentirosa. Mentirosa y mentirosa. –Ahora… ¿te puedes ir? Tengo cosas importantes que hacer. –Él sólo me miró con tristeza y salió del edificio. 

1 comentario:

  1. Aaaaaag, impresionante! jajajajaja, siguela <33
    Zaynermix

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