domingo, 24 de febrero de 2013

CAPÍTULO 14


Salí del edificio de Harry con una sonrisa en la cara. Era increíble lo que había hecho por mí en tan poco tiempo. No había casi nadie en la calle, sólo un par de chicas que salían de alguna discoteca.
Cuando llegué a mi piso mi hermana estaba tumbada con el ordenador hablando con alguien por Skype. La saludé y ella me correspondió. Me fui a mi cuarto a cambiarme de ropa. Me puse un pijama de verano que tenía y encima una chaqueta deportiva.  Escuché las risas de mi hermana y de repente una voz que se me hizo demasiado conocida. Corrí al salón para asomarme a la ventana del Skype y vi la sonrisa de mi primo ahí delante. Reí y le saludé con la mano mientras me acomodaba al lado de mi hermana. Estuvimos hablando una hora de temas de la universidad de Will, hasta que él sacó el tema de Harry. Sonreí, mi hermana ya se había ido de la lengua.
-Ya me ha contado la enana que estás con un chico. Tendré que ir pronto a conocerle.
-Cuando quieras, sabes que la puerta siempre está abierta para ti. –Mi primo reía y mi hermana se tumbó en el sofá apoyando la cabeza en mis piernas mientras yo le acariciaba el pelo.
-¿Y con Niall al final… qué ha pasado? –Bajé la cabeza. No quería hablar más del tema de Niall. Era horrible tener que recordar sus malditas palabras. Miré la pantalla fingiendo una sonrisa y me encogí de hombros.
-No ha cambiado nada desde que te fuiste. –Él rebuscó los bolsillos de la chaqueta que tenía colgada en el respaldo de su silla y sacó su BlackBerry.
-Una pena. En la cafetería se notó mucha complicidad entre vosotros. Y no sé, esa manera en la que os mirabais…
- Ya, Will. Pero no ha cambiado nada. Él tiene novia. Y yo tengo novio.
-Vale prima, no te pongas agresiva. –Los dos reímos y mi hermana se revolvió en el sofá. Se había quedado dormida. Miré el reloj del portátil que marcaba las once de la noche. Yo también tendría que irme a dormir ya.
-Will, me tengo que ir. Ven pronto, ¿vale? –Él asintió y se despidió con un beso. Cerré el portátil y cargué con mi hermana hasta su habitación. La metí en la cama y le di un beso en la frente. Deshice mi cama y me metí en ella. Había sido un día duro, pero de los mejores. Me dormí pensando en Harry y en la recreación de París que había hecho. Pero, sin saber porqué, esa noche soñé con Niall.
Ese maldito despertador. Estrellé mi muñeca contra el reloj y farfullé de dolor. Me levanté apenas unos segundos después. Me lavé los dientes y me puse una camiseta con la bandera de USA, encima una chaqueta de cuero y unos pantalones largos con unas botas. Preparé la mochila con los libros de las asignaturas, metí mi móvil en el bolsillo de la cazadora y salí de casa mientras me bebía un zumo.
En la puerta del colegio me encontré con Kara y su madre. Me acerqué a ella que me recibió con un abrazo. Me recordaba tantísimo a Laura, era igual de cariñosa que ella. Le devolví el abrazo y entramos juntas en clase. Julie ya estaba sentada sobre el radiador y nos saludó con una sonrisa cuando nos vio entrar en clase. Los alumnos iban entrando mientras nosotras hablábamos de las clases de ayer.
Julie les había dicho a todos los profesores que me encontraba mal y me tuve que ir a casa. Y Kara ayer faltó por que tuvo que ir a su pueblo a visitar a su nueva prima. Julie y yo sonreímos cuando nos enseñó fotos en el móvil. Sentía cierta debilidad por los bebés, así que aquellas fotos me encantaron. Seguimos hablando de temas sin importancia hasta que el profesor entró en clase. Cada una ocupamos nuestros asientos y, mientras el profesor iba pasando lista, mi mirada se desvió hacia el sitio que debía ocupar Harry. No estaba ahí. Tampoco habían venido ni Josh, ni Tom. Pero sí tuve que aguantar los arrumacos de Niall y Rachel. Las primeras tres horas se me pasaron volando. La verdad es que eran asignaturas sencillas, después del recreo tendríamos las más fuertes.
Salimos al pabellón cubierto del patio ya que el cielo se había cubierto en apenas unos minutos y nos sentamos para tomar el desayuno.
-Así que la señorita está con Harry. –Kara sonreía mientras daba un mordisco a su bocadillo. Julie me miraba divertida y yo asentí partiendo un trozo de mi donuts.
-Te has llevado al chico malo de clase, en un par de días. Muchas te tendrán envidia. –Las tres reímos con fuerza ante el apunte de Julie.
-Tampoco es para tanto. Es un chico normal. –Me encogí de hombros ante la mirada de mis amigas que abrieron los ojos de par en par.
-¿Normal? Estás de broma ¿no? –Negué con la cabeza. –Todas y cada una de las chicas de este instituto están loquitas por él. Hasta Kara. –Kara le dio un puñetazo en el hombro a Julie y bajó la cabeza avergonzada.
-Bueno, ¿y quién no se enamoraría de esos rizos? –Abracé a Kara que sonreía. –Pero, tranqui Beca, me alegro mucho por vosotros.
El timbre nos avisó de que debíamos volver a clase y así lo hicimos, cuando llegamos vi el abrigo de Harry colocado en la mesa que había junto a la mía y sonreí cuando lo vi entrar en clase y sentarse a mi lado.
-¿Dónde te habías metido?
-Tenía que arreglar unos asuntos. –Asentí y le revolví el pelo mientras me reía. Me sentía observada por sus amigos. Era bastante incómodo que tres tíos hormonados mantuvieran la vista fija en ti.
-Tus amigos me intimidan. –Dije en un pequeño susurro al que él contestó con una escandalosa risa.
-Tranquila, no muerden. –Se acercó aún más a mi oído. –Pero puede que yo sí. –Entonces reímos los dos. Convirtiéndonos en el centro de atención.
Las tres siguientes horas fueron realmente mortales. Primero historia, dónde la profesora nos puso un examen para la semana siguiente. Genial, acabamos de empezar y ya nos ponen exámenes. Luego francés, que estuvimos haciendo audiciones, y por último lengua española, la única asignatura en la que seguro que sacaría un diez. Cuando sonó el timbre me alegré tanto de poder volver a casa.
-¿Esta tarde nos vemos?
-Tengo que estudiar Harry, y tú también. –Él me sacó la lengua y empezó a andar a mi lado hasta donde estaba mi hermana esperándome.
-Hola Beca, hola Harry.
-Hola Vicky. –Harry le sonrió y me abrazó. –Beca, me voy con estos ¿vale? Te llamo esta noche.
-Adiós feo. –Harry se fue con Tom y Niall que le esperaban en el otro lado de la acera y yo empecé a andar con mi hermana hacia nuestro bloque.
                “Pequeñas, os hemos dejado la comida en el horno, hemos ido a por Will a la estación, que se queda con nosotros un par de semanas”. La bonita letra de mi abuela ocupaba la mesita de la entrada y yo sonreí al pensar que mi primo estaría con nosotras para el cumpleaños de mamá.
Saqué dos bandejas de canelones y las puse sobre dos platos. Y me fui al salón a comer con mi hermana. Me quedé mirando la tele pensando en todo lo que debía hacer esa tarde. Y suspiré, tenía deberes atrasados de ayer y debería empezar a estudiar historia.
-¿Qué tal hoy en clase?
-Tengo ya un examen y acabamos de empezar. ¿Y tú? –Mi hermana se echó sobre el sofá y resopló.
-Poca cosa. Hemos estado hablando de tu clase. Es que en mi clase está la hermana de Josh, y me ha contado que ayer Niall y su novia operada pelearon. –Yo reí mientras recogía los platos y los llevaba a la cocina.
-No creas mucho los rumores hermanita. –Ella se encogió de hombros y se puso a ver MTV. –No lo pongas muy fuerte, tengo que estudiar. –Escuché una afirmación por su parte y me fui a mi cuarto. Abrí el libro de historia por el primer tema y suspiré. La primera revolución industrial. Recuerdo haber estudiado eso en España, y que el examen no me fue muy bien. Resoplé con fuerza y empecé a estudiar. Pasaron un par de horas cuando mi hermana llamó a mi puerta con una sonrisa.
-Tienes… tienes una sorpresa en el salón.

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