Llamé al timbre un par de veces
y, después de escuchar el sonido que me indicaba que acababan de abrir, entré
corriendo para resguardarme de la lluvia que estaba calmándose. Sus fuertes
brazos agarraron mi cintura y me hicieron entrar dentro del salón mientras yo
reía a carcajadas.
-Menuda sorpresa.
-¿No te gusta? –Puse cara triste
y el besó mi frente.
-Me encanta. –Sonreí saltando
encima de él besándole.
-Había pensado comer contigo, y
jugar a la play. ¿Qué te parece?
-Genial. –Nos sentamos en el sofá
y empezamos a ver un programa de risa mientras Niall jugaba con mis manos y yo
me recostaba en sus piernas. Él acarició con parsimonia mi espalda hasta
detenerse en el borde de mi pantalón, y volvió a subir recorriendo mi columna
vertebral. Mis ojos se cerraban pero me obligaba a mi misma a mantenerme
despierta. No sé bien cuándo pasó, pero acabé durmiéndome y, cuando me
desperté, estaba envuelta en las sábanas de Niall.
Apreté la almohada contra mi
nariz y aspiré. Olía a él. Sonreí y me revolví en la cama, impregnándome de su
olor. Me quedé en silencio inspeccionando su cuarto. Encima de la mesilla tenía
una foto con gente de clase, la cogí para observarla con más tranquilidad y
sonreí.
Niall salía en el centro de
todos, rodeado por Josh y Tom. Encima de Niall estaba Julie subida a caballito
y, al lado de ella, Kara. Louis estaba al lado de Rachel y ésta miraba a la cámara,
con una de sus poses perfectas. Negué con la cabeza y dejé la foto en su sitio.
Sobre la cama había un corcho con
miles de fotos más. Con Julie, con Josh, con Chris y un jugador del Manchester.
Con Tom. De todo el grupo juntos. Una con Harry brindando un par de copas. Y,
en el centro, una foto conmigo. Ninguno de los dos mirábamos a la cámara, es
más, ambos estábamos perdidos en la mirada del otro, sonriendo como auténticos
gilipollas. Cogí la foto y descubrí que nos la hicieron el día de mi
cumpleaños, justo después de que me apartara de mi conversación con Louis.
Apostaría lo que fuera a que fue él quién nos la hizo. Subnormal. Reí, dejando la
foto en su sitio y me recosté en la cama.
Escuché como se abría la puerta y vi su
sonrisa aparecer. Traía una bandeja con un plato de pasta y yo me incorporé en
la cama sonriendo.
-No te tenías que haber
molestado. Es más, tenías que haberme despertado.
-Estabas preciosa dormida.
Además, haces buena pareja con mi cama. –Beca, soy tu cerebro y te recuerdo que
tienes que respirar. Le hice caso a mi cerebro y solté el aire aceleradamente.
-Creo que la hago mejor contigo. –Él
acarició su barbilla y, al cabo de un par de segundos, asintió convencido.
-Definitivamente haces mejor
pareja conmigo. –Reí.
Cuando acabamos de comer nos
fuimos al salón para jugar la partida que le había prometido. Me senté en un sillón y él en otro y nos
miramos sonriendo sabiendo que, en realidad, íbamos a acabar en una batalla
campal. Y nunca mejor dicho.
“Call of Duty”. Genial, me va a
dar una paliza. Reí en mi mente y vi como Niall se concentraba en su asiento.
Tosí un par de veces para captar su atención y él me miró asintiendo.
-Cuando quieras, rubito.
-Hagamos esto más interesante. –Lo
miré y él me sonrió de forma pícara. –Cada vez que mueras tú, te quitas algo de
ropa. Cada vez que muera yo, me quito algo de ropa.
-¿Qué? ¡No! Sabes que soy
malísima, acabaré desnuda en un minuto.
-Eso quiero, pequeña. –Estampé un
cojín contra su cabeza y él rió. -¡Vamos, cobarde!
-Vale. Vale. Acepto.
-Que comience el juego. –Niall pulsó
start y, antes de darme cuenta, estaba dirigiendo a un muñeco en mitad de un
terreno lleno de bombas. Empecé a disparar a todos lados mientras Niall reía.
De pronto, mi mitad de la pantalla se volvió negra.
-No puede ser. ¿Ya? Bah, eso era
el entrenamiento, no cuenta.
-Oh, sí. Sí que cuenta. –Bufé quitándome
los zapatos.
-¿Qué? Los zapatos es una prenda.
–Él suspiró sonriendo y volvió al juego. Yo hice lo mismo. Un par de minutos
después, alcancé a Niall con una bala y se quitó los zapatos mientras me miraba
encogiéndose de hombros. Reí con fuerza y volví al juego mientras negaba con la
cabeza. Cinco minutos después, a Niall y a mí nos faltaban la camiseta y los zapatos.
-Si te mato, te quitas los
pantalones. –Bufé sin apartar la mirada de la televisión y asentí resignada.
-Lo mismo dig… -De nuevo la
pantalla en negro. Miré a Niall con asombro y él sonreía. -¡No puede ser! ¿Cómo
lo has hecho?
-Es una buena táctica. –Rió y yo
me recosté en el sofá suspirando. –Pantalones fuera, cariño.
-Te odio. –Reímos y me deshice de
mis pantalones en medio segundo. Sentía la mirada de Niall recorriendo mis
piernas y la temperatura en mi cuerpo cada vez subía más.
-Creo que sé un juego mejor. –Puso
la partida en pausa y se levantó hasta donde yo estaba mientras lo miraba
intrigada. Antes de poder reaccionar, estaba riéndome en los brazos de Niall en
dirección a su cuarto.
AHXBZKALSLDJU BELEN,DIOS!COMO ESCRIBES AHXBZJAOA JAJAJAJAJA YO SÉ A QUE JUEGO VAN A JUGAR JIJIJI(? PD: UNA DE TUS MAFIOSAS.
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