-Debería volver a casa. –Me levanté
de un salto y alisé su sudadera y me fui a su cuarto para coger mis pantalones.
Escuchaba sus pisadas detrás de mí y me paré en la puerta de su cuarta para
mirarlo sonriendo. -¿Qué quieres?
-A ti. No te vayas, quédate a
cenar, y a dormir. –Negué con la cabeza y me embutí en mis vaqueros. –Vamos…
sólo una noche. –Besé sus labios y me aparté con una sonrisa.
-No. Mañana damos una vuelta ¿vale?
–Él resopló y yo revolví su pelo divertida. –Hasta mañana. –Salí a la calle y
me alisé el pelo como pude. Metí las manos en los bolsillos de la sudadera y
sonreí. Di un par de vueltas por los alrededores de mi casa hasta que
finalmente entré al edificio. Decidí subir a la azotea, y ver el atardecer de
Londres. Cuando llegué sonreí al ver el pelo castaño de mi hermana en la
barandilla mirando el Big Ben.
Me acerqué y me puse a su lado,
abrazándola con fuerza. Envolviéndola con el olor de Niall. Ella me abrazó
también. No necesitábamos hablar para entendernos a la perfección. Su mirada me
decía claramente que pasaba algo. Algo importante.
-Cuéntame.
-No puedo, Beca. Se lo he
prometido a papá. –Resoplé y aparté un par de mechones que se habían quedado en
su cara. Ella suspiró y se sentó en el suelo, yo repetí su acción. –No quiero
ir a clase el lunes.
-Vicky, aún es sábado. –Ella se
encogió de hombros y rió, contagiándome la risa. Pasamos un par de horas más en
la azotea, hasta que empezó a hacer frío. Bajamos y el olor a pizza casera
recién hecha impregnaba todo el rellano. Mi hermana entró en casa corriendo y
se sentó en el sofá sirviéndose un par de trozos. Yo negué divertida y me senté
a su lado cogiendo otro trozo. Mi padre nos miraba sonriendo desde la puerta
del salón, yo lo miré fingiendo una sonrisa y él se marchó a su cuarto.
“Lo siento papá, pero a mí no me
vas a ganar con un par de trozos de pizza requemada.” Resoplé acomodándome en
el sillón, mientras mi hermana ponía una serie y se tumbaba en el sofá. Al cabo
de un par de minutos escuché los ronquidos de mi padre. Y una hora más tarde,
mi hermana era la que roncaba en el sofá. Quité la serie poniendo una película
de acción que acababa de empezar.
Las horas pasaron con rapidez
mientras la película cada vez se ponía más interesante. De repente la vibración
de mi móvil me alejó de la trama de la película y yo dejé que vibrara mientras
intentaba centrarme en lo que pasaba. Un minuto después, volvió a vibrar. Y,
después de un par de minutos más, de nuevo vibró. Bufé y saqué el teléfono de
mi bolsillo. El nombre de Louis parpadeaba en la pantalla. Miré sorprendida la
pantalla y sonreí descolgando.
-¿Qué quieres?
-¡Fiesta! –Gritó con tanta fuerza
que tuve que apartar el auricular de mi oreja para no quedarme sorda. Reí. –Vamos.
Estamos en la Fabric. Vente.
-No, paso. Hoy no me apetece
salir.
-No me hagas ir a por ti.
-El viernes que viene. –Podía
verle negar la cabeza y sonreír.
-Tú lo has querido. –Escuché un
pitido de un coche y corrí a la ventana para verlo apoyado en un Toyota algo
antiguo. Reí y lo saludé mientras él me hacía gestos para que bajara.
-No puedo, de verdad. –Lo escuché
reírse en la oscura noche y me miró desde abajo.
-Me debes una noche de fiesta.
-Todas las que quieras.
-Te tomo la palabra. Hasta el
lunes, enana.
-Adiós Louis. –Colgué y me quedé
en la ventana viendo como su coche derrapaba en la calle y se perdía después de
saltarse un par de semáforos. –Creo que me voy a la cama… -Suspiré, tapando a
mi hermana con una manta y apagué la televisión. Me fui a mi cuarto y me metí en la cama, aún
sin quitarme la sudadera de Niall. Yo suspiré, alargando la mano para coger mi
móvil que volvió a vibrar en la mesita de noche.
-Deja de llamarme Louis, no voy a
ir de fiesta hoy. –Reí en voz baja.
-No soy Louis.
AQUI LA COMENTADORA X CON X DE XOXO. JAJAJAJAno
ResponderEliminarPues que alkaiwjapajoqnaoa y alajahajajajsb. No se me piede olvidar pqkwjejajauswjalbzlflfndkddjdnd. Aaaah y apiwnekdslksisnejd.
Besis.
AHXBSJAPALANSUW INCREIBLE!COMO ESCRIBES ASI MAFIOSA?!
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