-Malik.
-Green. –Levanté la vista
hasta perderme en sus ojos marrones y pude ver un destello de una sonrisa en su
cara. -¿Seguimos saliendo esta noche? –Lo miré, fingiendo una sonrisa y me puse
de puntillas para acercarme a él y, justo cuando nos separaban apenas unos
milímetros, me escabullí de su agarre saliendo al balcón.
-Lárgate, Malik, no te lo
repito. –Él rió apoyándose en el marco de la puerta, con la mirada fija en mí.
-Eres buena, Green. –Abrió
la puerta, pero se paró un segundo antes de salir. –A las seis abajo. No te
retrases. –Y cerró la puerta tras él. Me tiré en la cama en el acto, volviendo
a fijar la mirada en el techo. Mierda. Mierda. Y mil veces mierda. ¿Fingir que no sentía nada por él era lo mejor
que podía hacer? Resoplé y cogí mi teléfono marcando el número de Espe. Un
toque. Dos. Tres. Cuatro. Cinco. Gruñí, pero antes de colgar su voz sonó al
otro lado.
-¡Jenn! ¿Cómo estás?
-¡Hola Espe! Bien, ¿tú?
-Genial. ¿Qué pasa? Ya me
ha contado Zoe quién está en la playa contigo.
-Ese es mi problema.
-¿La tiene pequeña? –Solté
una carcajada que acompañaba a la de mi amiga y suspiré.
-No seas cerda.
-Tranquila, era para
animarte. ¿Qué ha pasado?
-No lo soporto. Pero a la
vez no lo quiero lejos.
-Erm… Jenn, estás…
-No lo digas, joder. No.
-Pero lo estás.
-Como nunca.
-Y tú que decías que el
amor era estúpido.
-Y lo es. Tengo que salir
con él y otro amigo esta noche y no sé qué hacer.
-Pues sal, pásalo bien.
Ponlo celoso –Escuché su risa al otro lado de la línea y sonreí. –No, no sé,
disfruta. Joder, olvídate de él. –Asentí. Tenía razón, lo mejor que podía hacer
era salir de fiesta por la noche.
-Me tengo que ir a
cambiarme, Espe. Te quiero.
-Te quiero. –Y colgué. Miré
el reloj de mi móvil. Las cinco y media, suspiré y entré al baño para ducharme.
Cuando terminé, me hice una trenza y me pinté con rímel y algo de sombra.
Abrí el armario y saqué
unos pantalones cortos y una camisa negra. Pero finalmente me decanté por un vestido que dejaba la mayor parte de mi espalda al aire. Me miré en el espejo antes de salir
y asentí, me coloqué las cuñas y, después de toda la tarde, abrí la puerta de
mi cuarto y bajé las escaleras, intentando no encontrarme a nadie que empezara
con las preguntas. Salí a la calle y me apoyé en el marco de la barandilla
esperando a los chicos. Después de estar diez minutos esperando, alguien rodeó
mi cintura, levantando mis pies del suelo y me cogió en brazos, como si fuera
un bebé.
-Liam, ¿qué cojones…?
¡Bájame! –Él soltó una carcajada y rió divertido. –Vamos, coño, bájame.
-Deja que me lo piense. –Se
quedó un rato mirando al cielo, como si realmente se lo estuviera pensando y me
miró sonriendo. –No.
-Imbécil. –Reí con fuerza,
pataleando como si realmente fuera una niña chica.
-Vámonos. –Escuché la voz de Zayn
detrás de Liam y todos y cada uno de mis músculos se tensaron al instante.
-Bájame, por favor. –Las palabras
salieron en un susurro apenas audible pero Liam asintió, dejándome en el suelo
con cuidado. –Gracias. –Ambos empezamos a andar detrás de Zayn hasta el
todoterreno de sus padres. Me subí con rapidez en el asiento trasero y Liam
hizo compañía a Zayn en el delantero. El camino al pueblo fue lento, aburrido;
ninguno de los tres hablábamos, suspiré, fijando la mirada en la ventana,
viendo pasar las luces que se hacían más intensas a medida que entrabamos en el
pequeño pueblo.
Diez minutos después, Zayn aparcó
el coche frente a un local que, desde fuera, parecía estar abandonado pero la
música que resonaba dentro te demostraba que no era así. Bajamos del coche los
tres al mismo tiempo y nos acercamos con parsimonia a la entrada. Zayn y Liam
empezaron a hablar con el portero y, al cabo de un par de minutos, nos dejó
pasar con toda la amabilidad del mundo. El local estaba hasta arriba y el olor
a alcohol invadía cada poro de mi piel. “Esta noche me lo pasaré bien” pensé.
-¿Lo conocíais? –Liam me miró con
una sonrisa en la cara y asintió. Y, no sé por qué, sabía perfectamente que no
lo conocían de nada. Un escalofrío me recorrió la espalda al pensar en lo que
le habrían dicho pero, sin embargo, sonreí victoriosa.
-¿Qué quieres? –La voz de Zayn me
sorprendió por detrás y me giré para mirarlo con una sonrisa. “A ti”. Me mordí
el labio y me acerqué a su oído.
-Ron con coca-cola. –Asintió y se
acercó a la barra. Cuando me giré, Liam se había perdido en la pista y, cuando
por fin lo encontré, estaba bailando entretenido con una rubia. Definitivamente,
Liam no era tonto. Reí para mis adentros y me giré para ir a por mi
bebida. Zayn me miraba sonriendo desde
la barra y me acerqué a él con rapidez. Cogí mi vaso y le di un sorbo. Estaba
cargado, demasiado quizá. -¿No bailas?
-No. –Me encogí de hombros y me
introduje entre la gente perdiéndome en la pista.
Liam me sonrió y, tras disculparse
con la chica rubia, se acercó a donde yo estaba. Empezamos a bailar y, al final
nos convertimos en el centro de atención de la pista. Reí cuando vi como todo
el mundo nos miraba y Liam chocó su mano conmigo, volviéndose a alejar.
-¿Bailas? –Un chico me sonrió y yo
acepté encantada. Parecía simpático. Después de un par de canciones, bailando
sin parar, nos acercamos a la barra a por una bebida para recuperar fuerzas.
–Soy Calvin.
-¿Cómo los calzoncillos? –Me tapé
la boca después de escuchar lo que había dicho y me miró sorprendido, un
segundo más tarde rompió en una sonora carcajada que me hizo relajarme. –Lo
siento, me ha salido solo.
-No importa, no es la primera vez
que me lo dicen. –Ahora reí yo, dándole un trago a mi segundo cubata.
-Yo soy Jenn.
-El chico con el que bailabas
antes, ¿era tu novio? –Negué divertida y él asintió. –Mejor, no quería
problemas con ningún tío.
-¿Problemas por…? –Antes de que
acabara la pregunta puso sus labios sobre los míos y colocó una mano en mi
cintura pegándome por completo a él. Abrí los ojos sorprendida y lo empujé con
todas mis fuerzas. -¿Qué coño estás haciendo?
-Lo que llevabas esperando toda la
noche. –Dio un paso adelante, acercándose más a mí y yo di uno hacia atrás,
intentando poner toda la separación posible entre nosotros. Cuando di un
segundo paso, la pared me frenó y suspiré, sintiendo el aliento con olor a
alcohol del chico demasiado cerca. Giré mi cabeza, intentando por todos los
medios que sus labios no encontraran los míos. –Venga, lo pasaremos bien. –Me
agarró del brazo y empujó una puerta, sacándome a la calle, el frío recorrió
mis huesos haciéndome estremecer; miré al chico que sonreía, una sonrisa
oscura, al igual que sus ojos que se habían teñido de un azul oscuro. Me volvió
a poner entre la pared y su cuerpo y rió en mi oído mientras paseaba sus manos
por mis muslos.
-De-déjame tranquila, gilipollas.
–Necesitaba aparentar que no me daba miedo aunque todo era fachada. Me moría de
miedo. Cerré los ojos cuando su mano subió poco a poco mi vestido.
-No te resistas, preciosa. –Abrí
los ojos de golpe y una chispa de ira surgió de mi vientre.
-No me llames preciosa. –Golpeé su estómago
con todas mis fuerzas pero parecía no hacerle nada. –No tienes ningún derecho a
llamarme preciosa. –Levanté mi mano y un sonido claro sonó en la calle. Bajé la
mano y una farola cercana me dejó ver la marca que le había dejado en la
mejilla. Pude percibir el odio en su cara y tragué saliva. La había cagado pero
bien.
-¿Quieres jugar? –Me agarró del
cuello, levantándome un par de centímetros del suelo y yo me agarré a su brazo
intentando soltarme. –Juguemos.
-¿Por qué no juegas mejor conmigo?
–Tiró el cigarro a un lado y se acercó con tranquilidad hasta donde estábamos
nosotros y, un segundo después, un puñetazo se clavó en la mejilla izquierda
del chico haciendo que su agarre se soltara. –Y ahora, ya sabes que hacer.
Lárgate. –El chico se levantó del suelo y entró de nuevo en el local. Corrí a
abrazar a Liam que acarició mi pelo con parsimonia. –Tranquila, ya ha pasado
todo. ¿Estás bien? ¿Te ha hecho algo?
-N-no, no. –Mi voz temblaba después
del miedo que acababa de pasar. Respiré hondo y miré a los ojos marrones de
Liam. –Estoy bien. ¿Podemos volver ya a casa? –Me sequé las lágrimas cuando la
puerta del local se volvió a abrir de un golpe y Zayn apareció tras ella. El
pestazo a colonia de tía era evidente y el carmín rojo en su cuello y las
comisuras de sus labios también.
-¿Qué coño te ha pasado, Jenn? –Lo
miré, aún con los ojos llorosos y me abracé a mí misma. -¿Qué cojones le has
hecho? –La mirada de Zayn se posó en la de Liam y se acercó a él con gesto
amenazante.
-¿Él? ¡Defenderme! Mientras tú
estabas a punto de follarte a una zorra él ha salido a defenderme de un
imbécil. –Empecé a andar en dirección al aparcamiento, Zayn y Liam me seguían.
Me monté en el coche dando un portazo y, emprendimos el viaje de vuelta.
Holaaaaaaa cadete!;) ¿Que te dije de dejar asi los finales? Mal, Tocaya, muy mal. Que va muje' me ha encantado como todos los demas, y como tu otra novela. ¿Solo tienes dos?
ResponderEliminarBelu<3
Ya le dije, señor que tiene que quedarse con intriga jajajaja :) Me alegro que te haya gustado. Sí, sólo tengo dos <3
EliminarPero como lo dejas así!! Jopetas! Por fin me he puesto al día con los caps, sabes que amo tu novela es muy asdfghjalñsdfghjlañsdfhgjñklasdfghjlñkasdfghjñlk sube el siguiente pronto! :)
ResponderEliminarJAJAJA :) Mañana subo, no te preocupes <3
EliminarAHVDJSPSJEÑ TIO,ME ENCANTA ESTA NOVELA,EN SERIO.SUBE MAÑANA PLS PLS PLS PLS GRACIAS POT ESCRIBIR<3
ResponderEliminarMañana subo :) Gracias a ti por leerla <3
EliminarEs increible nena creeme :) por cierto... tienes otra novela? Si la tienes me puedes decir como se llama? Graciass :D
ResponderEliminarGracias :) sí, sí tengo otra. Vete al mes de febrero o al primer mes que haya en este blog y ahí está <3
EliminarMe encantan tu historia, en serio. Pero me preguntaba si podrías subir todos los días. Porqué tener que esperar hasta el lunes hace que se me encoja el cerebro.
ResponderEliminarMuchas gracias, un beso.
Es que los fines de semana los tengo muy ocupados, por eso no subo esos tres días, aunque mañana viernes voy a subir :) un beso <3
EliminarBueno no pasa nada, aunque muchas gracias por las molestias. Que sepas que escribes de vicio y siempre me quedo con las ganas de más jaja.
EliminarGracias por subir mañana, de verdad.
Un beso <3