miércoles, 17 de julio de 2013

Capítulo 23

*Narra Jenn*
Las diez de la mañana. Me desperté demasiado temprano para mi gusto, pero tenía que arreglarme ya que había quedado para ir a comer con Harry a las doce. Me desperecé en la cama y busqué a tientas el móvil sobre la mesita que había justo al lado de mi cama. ¿Esperaba encontrar alguna llamada suya o algún mensaje pidiendo perdón? Sólo había un par de mensajes de Espe y de Zoe. Cuando llegué anoche las llamé a las dos y le conté todo lo que había pasado. En los mensajes sólo me decían que alegrara la cara, que Zayn no merecía la pena. Suspiré, si fuera tan fácil. Me levanté de la cama y entré en el baño, me miré un segundo en el espejo antes de empezar a desvestirme. Tenía los ojos rojos e hinchados y unas ojeras que no se las desearía a nadie. Había sido una de las peores noches que he vivido. No había podido dormir casi nada por llorar y, cuando conseguí conciliar el sueño, las pesadillas se apoderaron de mí  haciendo que volviera a despertarme.
Maldije a Zayn en voz baja. Un polvo, un puto polvo y nada más. Lo peor es que lo sabía, sabía que aquello iba a pasar pero, como siempre, me ilusioné. Entré en la ducha y dejé que las gotas de agua cayeran por mi piel y, entonces, de nuevo el recuerdo de la noche del sábado con Zayn hizo que me temblaran las piernas, me tuve que agarrar al grifo para no caerme y suspiré. Cerré el agua y salí de la ducha tapándome con una toalla. Me solté el pelo, me lo alisé con los dedos y me fui a mi habitación para elegir que ponerme. Al final me puse un jersey de lana, unos pitillos negros y las botas. Eran las once y media cuando empecé a maquillarme, rímel y un poco de sombra. Me miré al espejo por última vez y me tapé la boca, ocultando mi gesto de sorpresa, la marca que me había hecho Zayn aún seguía en mi cuello haciendo que me estremeciera. Cogí un poco de maquillaje intentando tapar el círculo morado que había en mi cuello, pero era prácticamente imposible, así que lo dejé como un caso perdido. Cuando terminé, cogí dinero, el móvil, me despedí de mis padres y el timbre de mi casa resonó.
-¡Pásalo bien!
-Gracias papá. –Estaba encantadísimo de que saliera con Harry, se le notaba hasta en la forma de hablar y esa sonrisa… gilipollas. Abrí la puerta con una sonrisa y Harry me abrazó con fuerza. Empezamos a andar hacia el centro de la ciudad y llegamos a uno de los restaurantes más lujosos de Londres.
-Te dije que para nuestra segunda cita te traería a algo mejor. –Reí en voz baja y él agarró mi mano para entrar dentro del local. Habló con un camarero que nos guió hasta una mesa algo apartada del resto y nos dejó las cartas para que eligiéramos que comer. -¿Cómo te lo has pasado en la playa? –Lo miré por encima de la carta y fruncí el ceño, no me apetecía sacar el tema.
-¿Podemos no hablar de eso? –Harry asintió poco convencido y yo volví a clavar la vista en la carta. No había nada que me llamara realmente la atención, aunque bueno, tampoco es que tuviera mucha hambre. -¿Qué quieres?
-Creo que pediré un entrecot. –Se me revolvió el estómago y sentí ganas de vomitar. -¿Tú?
-Una ensalada. –Harry me miró raro y yo sonreí intentando disimular. El camarero apuntó nuestros pedidos y volvió a dejarnos solos. –Sabes Harry, he estado pensando, sí, un milagro que yo piense. –Harry rió y yo acompañé su risa.
-¿En qué has pensado?
-En miles de cosas. Es increíble lo mucho que puede hacer un cerebro.
-Jenn… -Volvimos a reír.
-Está bien, voy al grano. He estado pensando en nosotros, en todo lo que ya hemos hablado.
-¿Me vas a dar una oportunidad? –Los ojos de Harry se iluminaron y yo di un par de pinchazos en la ensalada que acababan de traer. Seguí comiendo ignorando la pregunta, mientras él me miraba curioso.
-¿No comes? Se te va a enfriar.
-Mierda Jenn, dilo ya. –Reí en voz baja intentando no llamar la atención de los demás clientes del restaurante y fijé su mirada en la mía. No era Zayn el que estaba ahí conmigo, no eran sus ojos marrones, no era su sonrisa descarada, y quizá eso fuera lo que más me dolía, que no era él quien estaba al otro lado de la mesa. Pero tenía que hacerlo, había estado con Harry desde que éramos pequeños, y quizá no me gustara como pareja pero con el paso del tiempo quizá conseguiría enamorarme de él.
-No saldremos como pareja. No seremos  “novios” oficialmente. Es como un…
-Es un periodo de prácticas. –Sonreímos al mismo tiempo y asentí. Supuse que él tampoco quería arriesgarse a que todo saliese mal. Terminamos de comer y salimos a la calle aún gastándonos bromas y riéndonos. Nos pasamos andando por Londres toda la tarde hasta que, cuando iba a empezar atardecer decidimos tumbarnos en un pequeño parque.
Harry se tumbó en mis rodillas y yo acaricié con parsimonia su pelo. Empezó a contarme algo, creo que de sus padres y, digo creo porque dejé de prestarle atención, lo escuchaba hablar y mi cerebro retenía alguna que otra palabra suelta, pero la gran parte de mi mente estaba centrada en otra cosa.

6 comentarios:

  1. MADAFAKAAAA COMO NOS DEJAS ASÍ ??! Jajaja PERO CLARO ESTA QUE ESTA PENSANDO EN ZAYN LALALA 8) jajaja bueo no me canso de decirlo pero escribes genial :333 sube cuando puedas el próx. :D

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  2. Bueno, ya sabes: me encanta.
    Estoy deseando que subas ya el capítulo jvjskvnsvodvidjsg jijiji <3

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  3. ¿y el capitulo de hoy? :S

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