*Narra Zayn*
La vi alejarse con la niña en
brazos y suspiré, tirando el cigarro a un lado y entrando en la casa. Me subí a
mi cuarto y me asomé al balcón teniendo unas vistas privilegiadas de la playa,
sin embargo, mí mirada únicamente se centraba en Jenn. Vi como Liam se acercaba
para hablar con ella y, al rato, se levantaba dejando a Liam y a Des jugando
solos en la arena. El sonido de mi
puerta me hizo reaccionar y me aparté del balcón pronunciando un ‘adelante’
mientras me acomodaba en la pared encendiendo un segundo cigarro.
-Zayn, hijo, ¿podemos hablar? –Josh
se sentó en el escritorio que presidía el cuarto y yo seguía cada uno de sus
movimientos con la mirada. Él me mostró una sonrisa y yo mostré otra fingida.
-Dime.
-Verás, el tema es sencillo. –Se
abrió la chaqueta, dejándome ver la culata de su pistola. –No te acerques a
Jenn, no hables con ella, ni salgas con ella. Procura incluso que no se crucen
ni un segundo vuestras miradas. Porque ella sufrirá las consecuencias pero tú… –Tragué saliva cuando acarició la pistola.
–Si te acercas a ella seré yo el
que se encargue de que llegues al infierno pronto, ¿lo has entendido, muchacho?
–Asentí. –Bien, yo sabía que no eras un chico tonto. –Salió de la habitación y
me dejó de nuevo sólo con mis pensamientos y, lo primero que hice, como acto
reflejo, fue clavar mi puño en la pared con fuerza, desahogando en ese golpe
toda mi rabia.
Las horas del día pasaron lentas,
aburridas, mientras ella sólo se dedicaba a dar vueltas por mi cabeza y yo
deseaba que estuviera dando vueltas en mi cama. No salí de mi cuarto intentando
no verla pero, cuando escuchaba su risa en el jardín, me asomaba para perderme
mirándola como un auténtico imbécil. Joder, ¿qué coño te está pasando Zayn?
-¡Jennifer! Nos vamos. –Esa voz era
la de Josh, un impulso me hizo avanzar hasta la puerta para despedirme pero
frené en seco y volví a encender otro cigarro. Era el quinto de la tarde.
-¡Voy papá! Id saliendo. –Su dulce
voz se clavó en mis tímpanos y suspiré al mismo tiempo que el humo ascendía al
techo. Escuché crujir la puerta de mi habitación y me giré para contemplarla.
Estaba preciosa, llevaba un vestido que se ajustaba a su cadera resaltando aún
más sus curvas y se había dejado el pelo mojado cayendo por sus hombros.
Sonreí, aunque rápidamente recuperé la compostura. –Zayn…
-¿Qué quieres?
-No nos hemos visto desde esta mañana.
-¿Y? ¿No pensarías que iba a ir
detrás de ti como tu perrito faldero? –Me levanté de la cama acercándome a ella
y agarré su barbilla para hacer que nuestras miradas se cruzaran. –Estabas muy
equivocada, muñeca. –Vi como una lágrima asomaba y sentí como si me hubieran
pegado un puñetazo en el estómago, la estaba haciendo sufrir… pero debía
hacerlo.
-Yo… sólo venía a despedirme,
Malik. –Se soltó de mi agarre y me miró a los ojos sin ocultar las ganas de
llorar que tenía. –Pensaba que…
-¿Qué? ¿Qué ibas a ser distinta? Lo
siento, preciosa, un polvo y no más. No soy de los que repiten. –Empezó a
llorar y yo lo único que quería en ese momento era abrazarla, decirle que todo
lo que había dicho era mentira pero no podía.
-Eres… Eres un verdadero cabrón. Un
hijo de puta. Un mal nacido.
-Sigue preciosa, lo único que haces
es aumentar mi ego.
-Ojalá no te hubiera conocido
nunca. –Su voz se quebró en el último momento y salió de la habitación dando un
portazo que me hizo temblar. Abrí la puerta y me apoyé en el marco de esta, la
escuché bajar las escaleras sollozando y, cuando me asomé a la barandilla la vi
abrazando a Liam.
-Lo odio, Liam. Lo odio con todas
mis fuerzas. –Fue lo último que pude escuchar antes de que su madre la llamara
de nuevo y ella corriera hasta la calle, no sin antes besar la mejilla de Liam
como despedida. Suspiré, volviendo a mi cuarto, y empecé a golpear con toda mi
fuerza el colchón de mi cama; necesitaba desahogarme, necesitaba liberar todo
el odio que tenía dentro de mí.
Las horas pasaron lentas y mi móvil
encima de la mesita de noche era una horrible tentación. Habían sido
incontables las veces que lo había cogido y le había escrito un mensaje de
disculpa a Jenn, pero ninguna había tenido los cojones suficientes de mandarlo.
Las risas de mi madre y la madre de Liam se escucharon por toda la casa. Éramos
los últimos en irnos, los Green habían tenido el maravilloso detalle de
dejarnos la casa un día más, aunque yo no aguantaría aquí una noche más.
Llamaron a la puerta y Liam apareció con una pizza y un par de cervezas.
-Vamos Zayn, cena y nos vamos al
pueblo de fiesta. Para despedirnos de todo esto. –Le lancé una mirada cortante
y él rió con fuerza, dejando la pizza sobre la cama y las cervezas en la mesa.
–Te has portado como un cabrón, es normal que haya acabado odiándote.
-Cierra la boca, Payne. No sabes
nada de lo que ha pasado entre nosotros. –Di un sorbo a la cerveza y resoplé.
-Ha pasado que has jugado con ella
sabiendo que lo único que querías era un puto polvo y ella se ha ilusionado.
-Yo no le di esperanzas en ningún
momento. –Liam se levantó de la cama y se acercó a la puerta pero, antes de
irse me miró y me dedicó una sonrisa.
-No le diste esperanzas pero ayer
casi me matas cuando pensaste que yo le habría hecho algo. –Abrió la puerta y,
ya con un pie en el pasillo volvió a girarse. –Lucha por lo que quieres, Malik.
–Y, por fin, cerró la puerta dejándome solo con mis pensamientos.
Pero que fuerte. No me puedes dejar así, eso esta muuuuy mal señorita jajajaj
ResponderEliminarYa sabes, me encanta, me encanta y me encanta.
JAJAJA Tengo que dejarlo así que si no no tiene gracia :)<3
EliminarLo sé pero me dejas con la intriga, solo quiero que sea mañana para leer el siguiente jajajajajajaja <3
EliminarÓSEA NOOOOOO ME NIEGOOOO JAJAAJ ÓSEA ESCRIBES GENIAL ENSERIO :) MADRE ZAYN QUE CABRONCETE PERO LO SE ESTA JUGANDO SU VIDA POR AMOR NO ? Un beso y sube prontito wuapa :))
ResponderEliminarGracias por lo de que escribo genial, de verdad <3 mañana subo de nuevo, no te preocupes :)
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