La primera hora pasó entretenida ya
que la profesora se decantó por ponernos un documental para que “aprendiéramos
más” y, teniendo en cuenta que la mayoría de la clase se había quedad dormida,
entendí que su método no era apropiado.
A segunda hora, su pelo negro
apareció por la puerta antes de que el profesor entrara. Aparté mi mirada de la
suya y la centré en el cuaderno que tenía encima de la mesa. Un par de minutos
después el profesor comenzó la clase, hablándonos de lo que él llamaba ‘el tema
más importante del curso’, a ninguno se nos ocurrió pensar que hablaba del
reciclaje. Escuchaba atenta las explicaciones del profesor, sin dejarme llevar
por los ojos marrones de Zayn que me miraban de vez en cuando, aunque la
tentación era más fuerte y acababa por perderme en ellos. El resto de horas
pasaron exactamente igual, como un tira y afloja de miradas entre él y yo, que
casi siempre acababa ganando él.
-Chicas, mañana es mi primera
ecografía, ¿vendréis?
-¿Y por qué no va Drew?
-¿Querrá? –Espe y yo asentimos y
ella corrió a por Drew a preguntárselo. Observamos la escena desde la distancia
y, supimos la respuesta, cuando ella saltó encima de él y comenzaron a besarse.
-No sé cómo puede
estar tan feliz. –Miré a Espe y me encogí de hombros. –Joder, no se da cuenta
de que toda su adolescencia se va a ir a la mierda.
-No es de nuestra
incumbencia, si ella ha querido tenerlo, que lo tenga. –Espe asintió y
empezamos a andar camino a mi casa. Íbamos distraídas, hablando de temas
distintos, pero ambas atentas a lo que decía la otra. Cuando llegamos a mi
puerta la abracé con fuerza y ella besó mi mejilla.
-¡Hasta mañana! Y
alegra esa cara, idiota. –Vi como empezaba a bajar la calle y yo entré en mi
casa. Comí con rapidez y entré en mi cuarto a estudiar. Cuando acabé el cielo
estaba teñido de negro y yo seguía sola en mi casa. Hoy era uno de esos días en
los que mis padres tendrían alguna reunión, pero no sabía decir si era de trabajo
o de sus otros negocios. Cerré el libro de historia y me fui a la salita para
despejarme.
Los dedos se movían
con rapidez a través de las teclas del piano, dejando que el ambiente se
impregnara con la melodía. La canción de ‘Lego House’ de Ed Sheeran era lo
mejor para un día duro como el de hoy.
Unas palmas me interrumpieron al final de la canción haciendo que mirara
al marco de la puerta y encontrara a Zayn apoyado en él con una sonrisa.
-Te voy a poner un
cascabel como a los gatos. ¿Qué haces aquí?
-Tocas muy bien. –Se
acercó al piano y rozó con la yema de sus dedos las teclas del piano.
-No me cambies de
tema. ¿Qué cojones haces aquí?
-Jenn.
-No habrás venido a
pedir perdón, ¿no? –Reí irónicamente. –Lárgate de mi casa, Malik. –Me quedé
medio segundo mirándole. –Además, ¿cómo
narices has entrado?
-Tengo mis trucos.
–Resoplé.
-Bueno, me da igual.
Vete de aquí.
-No sabes una mierda
de lo que pasa.
-¡Pues cuéntame que
pasa contigo y con tu bipolaridad! –Me levanté de la banqueta intentando
ponerme a su altura, pero fue en vano, ya que él me sacaba unos cuantos
centímetros.
-No puedo.
-¡Ah! No puedes.
Claro, cómo no. ¿Qué pasa? ¿Hoy no tienes ninguna puta con la que acostarte?
–Sentía como mis ojos se cristalizaban, pero no iba a darle el placer de verme llorar,
no otra vez.
-Jenn, joder.
–Escuché como se abría la puerta de mi casa y clavé la mirada en Zayn. –Mierda,
no debería estar aquí. –Resoplé.
-Ven. –Salimos de la
salita con rapidez y entramos en mi cuarto. –Quédate debajo de mi cama. Vas a
tener que esperar a que mis padres se acuesten. –Él asintió y se metió debajo
del colchón. Reí en voz baja al ver la escena y salí de mi cuarto para saludar
a mis padres.
-Jenn, me han dicho
que estás saliendo con Harry. ¿Vais en serio?
-Vaya mamá, las
noticias vuelan. ¿Quién te lo ha dicho?
-Me encontré a Anne
esta mañana. –Asentí.
-No estamos
saliendo. Seguimos como amigos.
-Una lástima, es un
buen chico.
-Y con dinero.
–Suspiré al escuchar las palabras de mi padre y puse los platos para la cena.
Cuando acabamos, mis padres se quedaron en el salón y yo me fui a la cocina a
prepararle un bocadillo a Zayn; ni si quiera sé porqué cojones lo trataba bien,
después de todo. Bueno, sí lo sabía. Suspiré y corrí a mi cuarto con la comida,
intentando que mis padres no me vieran.
-Puedes salir,
Malik. –No contestaba. -¿Malik? –Me agaché para mirar debajo de la cama, pero
no estaba ahí.
-Bonita posición.
–Me levanté al instante al escuchar su voz detrás de mí y su risa salió en un
susurro.
-Te he traído algo
de cenar. –Dejé el bocadillo en la cama al mismo tiempo que me senté sobre
ella. Él me acompañó y se comió el bocadillo en medio segundo. –Ya veo que
tenías hambre.
-Un poco sí. –Reí en
voz baja.
-¡Jenn! –Me tensé y
Zayn corrió detrás de la puerta, antes de que yo la abriera para contestar a mi
madre.
-¿Qué pasa mamá?
-Vamos a acostarnos,
no te duermas muy tarde.
-No, buenas noches.
–Cerré la puerta de nuevo y le sonreí. Me miraba fijamente mientras apartaba un
par de mechones de mi cara y los colocaba tras mi oreja y se acercaba a ella,
haciendo que la electricidad recorriera cada recoveco de mi cuerpo.
-Perdóname. Nunca
quise decir todo aquello. –Me abrazó con fuerza y yo le correspondí el abrazo.
Lo había echado de menos. –Jenn, las cosas no han salido como queríamos.
-Malik, cuéntame
todo lo que pasó en la playa. –Zayn me cogió de la mano y se sentó en la cama,
sentándome a mí sobre sus rodillas.
-Jenn, no puedo, lo
siento. –Me crucé de brazos. –Pero, seguiré aquí, pase lo que pase, aunque
tendrá que ser en la distancia.
-Ya, claro.
-Te lo prometo,
preciosa. Pase lo que pase voy a estar ahí. –Pegó su frente a la mía y me
dedicó una pequeña sonrisa. –Siempre. –Antes de que pudiera contestarle escuché
como se abría la puerta del cuarto de mis padres y suspiré levantándome.
-Vete, Malik. No
quiero que estés en problemas.
-Hasta mañana, Jenn.
–Besó mi frente y se acercó a la puerta antes de abrirla con cuidado.
-Vete ya. –Rió en
voz baja y desapareció en la oscuridad. Yo negué con la cabeza divertida y me
tumbé en la cama, aún olía a él. Mi móvil vibró entre las sábanas avisándome de
un nuevo mensaje.
“Sólo… dame una
oportunidad intentar que las cosas salgan bien.”
“A ti te daría unas
100.000 oportunidades si hiciera falta, ese es el problema”
Pude imaginarlo,
parado donde quisiera que estuviera, con una sonrisa en su cara, puse los ojos
en blanco y leí el mensaje que acababa de recibir.
“Con una más será
suficiente. Hasta mañana”.
-Más te vale, Malik.
–Dejé el móvil en la mesita y me acurruqué entre las sábanas. Mañana sería un
día duro. No sabía hasta que punto.
SE LEVANTA Y APLAUDE CAPITULAZOOOO JAJA E HE DICHO ALGUNA VEZ QUE ESCRIBES GENIAL ?! JAJAAJ DESEANDO QUE SUBAS EL SIGUIENTE 3> un besooo
ResponderEliminarGracias, gracias JAJAJAJAJAJA un beso <3
Eliminarolaa ;) queria decirte que me encantan tus novelas y que escribes suuuper, vas a llegar muy lejos. Tambien queria decirte que yo me he echo un blog para escribir novelas, pero no se que hacer para darlo a conozer, puedes ayudarme?? graciass :D
ResponderEliminarMuchiiiisimas gracias, de verdad <3 pues sí, dime cual es tu blog y yo lo paso a la gente :)
Eliminarjustsmiletotheproblems.blogspot.com.es muchas gracias enserio :) aunque aun solo he subido la intro porq hace poco q he creado el blog
EliminarHoy subes ? Dime qué si (rezando) jaaj
ResponderEliminarHoy subo, sí. Jajajaja
EliminarASDFGFHJLADSFGHJLÑASDFGHJLADSFGHJLKADSFGHJKLÑASDFGHJLÑ NIÑA TU LA INSPIRACIÓN DE DONDE LA SACAS! DEJA ALGO PARA EL RESTO ¬¬ JAJAJAJAJ HA SIDO UN CAPITULO GENIAL, ME PUEDO CASAR CON TU FIC? ES QUE HA SIDO AMOR A PRIMERA LECTURA JAJAJAJAJAJ.
ResponderEliminarJAJAJAJA Ay, por favor, me encantas, en serio <3
Eliminar