sábado, 2 de marzo de 2013

CAPÍTULO 18.


Al cabo de un rato escuché las risas de mi hermana y mi primo entrando por la puerta y me hicieron reír a mí.
-¡Beca! Dice Will que has hecho macarrones, dime que no está jugando con mis sentimientos.
-No, hoy comemos macarrones. –Mi hermana levantó los brazos en señal de victoria y se fue a su cuarto a cambiarse. -¿Y bien?
-No sé, no he llegado a hablar con él. Con quién si he hablado es con Niall y con Rachel. La chica es algo imbécil, ¿no? –Asentí mientras lo miraba. –Bueno, pues me ha preguntado por ti, porque no habías ido hoy a clase. Y poco más. –Resoplé quitándome un mechón de la cara y me encogí de hombros.
Recogimos la mesa en silencio y, mientras mi hermana se iba a hacer deberes a su cuarto, yo me quedé con mi primo viendo una película. Al cabo de media hora decidimos quitarla, porque era realmente mala, así que nos pusimos a hacer planes para el fin de semana que acababa de empezar
-Esta noche nos vamos a ir de fiesta, tú y yo. A Vicky la dejamos con los abuelos. –Lo miré divertida y negué con la cabeza.
-Debo estudiar.
-Déjate de estudios. Y ve a arreglarte, en una hora salimos. ¡Vamos! –Corrí a la ducha mientras reía. Mi primo era el único que me sacaba de cualquier pozo de tristeza. Después de ducharme y secarme el pelo empecé a vestirme. Acabé poniéndome unos vaqueros pitillos azul eléctrico, una camisa blanca y unos tacones negros. Un poco de rímel, brillo de labios y fin.
-Vicky, ahora vienen los abuelos, que Will y yo nos vamos a dar una vuelta.
-No me parece justo. –Rió con fuerza en su cuarto y se despidió de mí con la mano. –Hasta mañana.
-Adiós. –Cogí el móvil, algo de dinero y las llaves y salí al rellano, dónde estaba mi primo esperando. -¿Has hablado con los abuelos?
-Sí. En diez minutos irán a tu casa. –Asentí y me agarré a su brazo y bajamos las escaleras. Salimos a la calle que empezaba a llenarse de adolescentes como nosotros. Las risas inundaban las calles. Mi primo me llevo primero a un par de pubs dónde nos tomamos varios cubatas y un par de chupitos, después me llevó un pub de los más Vips de Londres. Reí cuando mi primo le metió un par de billetes de veinte libras al portero del pub y éste nos dejó pasar.
La música resonaba con fuerza, me gustaba. Pedimos un par de Martinis con coca-cola y nos movimos a la pista para bailar. Dejé que la música entrara en mi cuerpo, y me movía inconscientemente. Vi como todas las miradas se posaban en nosotros y yo me eché a reír.
Un par de chicas nos miraban y señalaban a mi primo. Definitivamente, era un ligón. Le cogí de la chaqueta y me acerqué a su oído.
-Has ligado. Mira aquellas chicas que están detrás de mí. –Él rió en mi cuello y se acercó a ellas. Yo negué divertida con la cabeza y me acerqué a la barra para descansar.
-¿Bailas? –Me di la vuelta mientras alguien me cogía por la cintura y sonreí instintivamente fijando mi vista en los ojos de Harry. Él también sonreía, como si nada hubiese pasado, como si la conversación de anoche no hubiera existido.
Me levanté del taburete y me fui con él a la pista, sentía como el alcohol empezaba a hacer efecto. Bailamos un par de canciones convirtiéndonos en el centro de atención de todo el mundo. Nos acercamos a la barra a pedir algo más, Harry se pidió una cerveza y yo otro Martini con coca-cola. Me lo bebí con rapidez y sentí como me ardía la garganta. Resoplé cuando vi al camarero acercarse con un par de chupitos.
-Invita la casa. –Nos guiñó un ojo y se fue. Harry y yo nos miramos y nos los bebimos casi en el acto. Sacudí la cabeza y, justo cuando iba a empezar una nueva canción, vi como mi primo se colocaba a nuestro lado esperando una explicación. Yo sonreía, algo mareada por las copas que llevaba, Harry lo miró de arriba abajo y se acercó a mí.
-No me habías dicho que tenías un hermano. –Lo miré sorprendida y negué con la cabeza y me acerqué a su oído.
-No es mi hermano. Es mi primo Will. –Él sólo asintió sonriendo. Sentí como Will me cogía la mano y se acercaba a mí.
-Beca, nos largamos, llevas un par de copas de más. –Yo negué divertida y me aferré al brazo de Harry.
-¿Habéis venido los dos solos? –La voz ronca de Harry me perforó el tímpano y yo asentí mirándole a los ojos.
-Sí. ¿Tú? –Vi a Harry evitar mi mirada y suspiré.
-No, he venido con una amiga. –Sonreí falsamente y me solté de su brazo lentamente, acercándome a Will.
-Nosotros nos vamos a ir ya, que está mi hermana sola. –Besé la mejilla de Harry y salí del recinto agarrada de la mano de mi primo.
-¿Ese chico era Harry? –Asentí. –Menudo imbécil. Antes de irme con las dos chicas esas lo he visto darse el lote con otr…
-Lo sé. Déjalo ya. –Él me abrazó con fuerza y sonrió.
-Perdona.
Llegamos a casa después de estar más de veinte minutos recorriendo Londres. Abrí la puerta en silencio y dejé pasar a mi primo. Le preparé el sofá para que no tuviera que molestar a mis abuelos, le di un pijama de mi padre y me fui a mi cuarto a dormir.
-He visto a Niall esta noche, mientras tú estabas bailando con Harry. Sigue sonriéndote igual que en la cafetería. –Y eso fue lo último que recuerdo antes de quedarme dormida mientras mi primo me tapaba. 

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