Los rayos de sol me despertaron y,
después de un rato dando vueltas en el estrecho saco, decidí levantarme. Sábado
a las… un momento ¿qué hora es? Miré mi móvil que estaba sobre la mesilla y el
reloj daba las diez y media. Me dirigí al cuarto de baño más cercano y me miré
en el espejo. Resoplé mirando mis ojeras y me eché un poco de agua para
conseguir despejarme del todo.
Me puse la ropa de repuesto y
guardé el pijama en la mochila junto con la ropa de fiesta del día anterior. Y me
senté en el sofá pensando que hacer mientras repasaba Twitter en mi móvil.
Podía quedarme viendo un rato la televisión hasta que alguien se levantara o
podría irme a mi casa y desayunar. Escuché a alguien bajar las escaleras y
sonreí cuando vi a Tom mirarme sorprendido en la puerta del salón. Llevaba sólo
la parte de abajo del pijama a pesar de estar a una temperatura de unos 10
grados. Me hice a un lado dejándole que se sentara y me hizo compañía, no sin
antes encender la televisión.
-¿Qué tal tu primer día con 18
años? –Sonreí y me encogí de hombros.
-Como todos los días de mi vida.
Por ahora, aburrido. –Bostecé y Tom soltó una carcajada.
-Pues eso no puede ser. –Reímos intentando
no hacer mucho ruido para no despertar a los demás.
Estuvimos hablando de temas sin
importancia mientras la gente se iba levantando y despidiéndose de nosotros
para volver a sus casas. Al final, del grupo, sólo estábamos despiertos Tom y
yo.
-Creo que va siendo hora de que
se despierten.
-Y si es con cubos de agua mejor.
–Lo miré sorprendida y negué con la cabeza.
-Dejémoslo en pistolas de agua. –Él
asintió. Salió al jardín y regresó con dos pistolas de agua totalmente
cargadas.
-A por ellos. –Guiñé un ojo y
subimos las escaleras dispuestos a realizar con éxito nuestra misión.
Abrí la puerta del cuarto de los
chicos y aguanté la risa acercándome a las camas donde dormían tranquilamente
Will, Niall y Harry. En la habitación de al lado escuché a Josh quejarse y a
Chris insultar a Tom después de haberlos empapado. Mi turno. Cargué la pistola
y apunté a la cama de Niall primero
-¡Arriba bastardos! –Empecé a
dispararles mientras reía y ellos se despertaban empapados mirándome asombrados.
-¡Es hora de levantarse, chicos! –Seguí disparando mojando aún más a Will y
Niall que seguían metidos en la cama. -¡Hasta luego! –Cuando por fin se levantaron
corrí escaleras abajo encontrándome con los demás en el salón y estallando en
risas.
Los tres bajaron al salón con los
pijamas totalmente empapados y no pudimos aguantar más la risa. Ellos
simplemente me miraban enfadados y yo los saludé con una sonrisa. Me quedé en
el salón hablando con las chicas mientras los chicos iban a la cocina a
preparar algo para desayunar. Y, en mitad de la conversación, sentí como
alguien me cogía de la cintura levantando mis pies del suelo. Me giré para
encontrarme a Niall sonriendo pícaramente.
-Te toca mojarte, cariño.
-No. No. No. Por favor, fue idea
de Tom, tírale a él. –Niall negó con la cabeza. –Por favor, yo… yo te quiero. –Niall
frenó en seco a pocos metros de la piscina y besó mis labios. Yo sonreí
victoriosa, pero no conseguí deshacer el agarre de Niall. –Niall, ya puedes
soltarme.
-Yo también te quiero, preciosa. –Y
cuando quise contestar, ambos estábamos sumergidos en el fondo de la piscina.
Salimos a la superficie y empezamos a reírnos mientras yo trataba de hundir a
Niall de nuevo. Pero, al final, acabábamos los dos en el fondo y volvíamos a
salir a la superficie a reír y, alguna vez que otra, a besarnos.
-El desayuno. –Harry apareció en
la puerta del patio y nos miró con gesto serio para entrar en el salón casi al
instante. Niall y yo nos miramos y me encogí de hombros saliendo de la piscina
seguida de Niall.
Acabamos de desayunar y cada uno
nos fuimos a nuestras respectivas casas. Will y yo andábamos cargados hasta a
arriba por los regalos que había recibido la noche anterior. Cuando llegamos a mi
casa Will dejó todo en mi cuarto y se marchó a su casa a ducharse, yo hice lo
mismo y, cuando salí, mi hermana ya estaba en el salón esperando que le contara
todo. Así que me senté a su lado y empecé a contarle con detalle todo lo que
había pasado la noche anterior, incluyendo la pequeña pelea con Lucas.
-Bueno, él se irá pronto, no se
va a quedar aquí toda la vida. –Yo asentí y miré a la puerta viendo a mi primo
entrar con una enorme sonrisa.
-Prima, aún no te di mi regalo.
Pero ya era hora. –Sacó un par de tickets y yo lo miré extrañada. –Mañana harás
una ruta a caballo por Manchester. Con quien tú quieras ir. Tranquila, ya sé
que no estás pensando exactamente en mí. Ve a decírselo a Niall. –Reí en voz
alta y abracé a mi primo con fuerza.
-Gracias. –Cogí la chaqueta y
salí corriendo de mi edificio en dirección a casa de Niall. Cuando llegué allí
la puerta estaba abierta así que entré cerrándola a mis espaldas. Llegué al
jardín y vi a Julie tumbada en una de las hamacas mirando a Niall mientras
sonreía. Juraría que se había ido al mismo tiempo que nosotros. Resoplé inclinándome
un poco más en la pared intentando escuchar algo de la conversación que
mantenían.
No hay comentarios:
Publicar un comentario