Niall estaba parado delante
de mí intentando retomar el aliento. Me hice a un lado para dejarle pasar y él
se sentó en el suelo de la entrada apoyándose en la pared.
-Existen sofás, ¿sabes? -Reí con suavidad, pero el me miró fijamente negando con la cabeza.
-Tengo prisa.
-¿Qué ha pasado?
-Harry. –Ahora fui yo la que clavó mis ojos en los suyos y pude ver un destello de tristeza. –Está en el hospital,
llevo mandándote mensajes y llamándote más de 2 horas. –Golpeé mi frente con
fuerza, se me había olvidado cargar el móvil.
-¿Qué le ha pasado?
-Esta tarde le ha
atropellado un coche. –Me llevé la mano a la boca y sentí una punzada en el
estómago.
-Vámonos. –Cogí una
sudadera y agradecí no haberme quitado los vaqueros del colegio. Escribí una
nota a mi hermana diciéndole lo que había pasado, cogí las llaves de mi casa y
salí del apartamento con Niall.
Las calles estaban
desiertas, no había nadie por Londres, excepto nosotros, que buscábamos
desesperadamente un taxi. Por fin vimos uno al final de mi calle y corrimos a
cogerlo. Niall le dio la dirección del hospital y el taxi arrancó casi en el
acto. Media hora después ambos entramos por las puertas del hospital.
Sentía las lágrimas a punto
de salir y ni si quiera sabía por qué, Niall me abrazó con dulzura mientras
subíamos en el ascensor. La planta de Harry estaba desierta; miré mi reloj y
marcaba algo más de las 1 y media de la mañana.
-Aquí es. Según me ha dicho
Tom, la madre se fue hace un rato, Josh está dentro. –Asentí y llamé un par de
veces a la puerta. Abrí y pude ver a Josh sentado en frente de Harry con la
mirada centrada en un videojuego, negué divertida y le saludé con la mano. Mi
mirada se centró ahora en Harry que estaba completamente dormido, suspiré y me
acerqué a él.
-Nosotros esperamos fuera ¿vale
Beca? –Sonreí a Josh y a Niall que cerraron la puerta con delicadeza,
intentando no hacer mucho ruido. Me senté en la cama con cuidado y suspiré.
-Maldita sea, Harry.
Primero me salvas de morir atropellada y dos semanas más tarde te atropellan a
ti. ¿Sabes que hay formas menos dolorosas de suicidarse? –Sonreí recordando a
Harry diciéndome esas palabras el día que me invitó a comer.
-No me copies las frases,
Beca. –Levanté la vista hasta sus ojos y lo vi sonreír. Agarré su mano y empecé
a jugar con sus dedos. Él me apretó la mano con fuerza.
–Ahora de verdad, Harry, ¿no
hay formas menos dolorosas de morir? –Ambos soltamos una pequeña risa y él miró
el techo de la habitación. -¿Estás bien? ¿Cómo ha sido?
-No sé, todo demasiado
rápido. Estaba cruzando la calle y lo siguiente que recuerdo es que estaba en
la ambulancia. –Resoplé dejando caer un par de lágrimas que Harry atrapó en mi
mejilla. –No llores, tonta. Estoy bien.
-Me has asustado. –Las palabras
salieron de mi boca en un pequeño susurro.
-Estoy aquí, no te vas a
librar de mí tan pronto. –Sonreí y le abracé dejando que él acariciara mi pelo.
-Me voy fuera, ¿vale? Si
necesitas algo, avisa. –Me levanté de la cama pero antes de que pudiera
recorrer unos pocos metros él me agarró del brazo, haciendo que me diera la
vuelta hasta mirarle de nuevo.
-Ver como la chica que
quieres se va con otro. –Lo miré extrañada sin saber a qué se refería. –No es una
forma menos dolorosa, pero sí que es una buena forma de morir.
Por favor sube el siguiente yaaa jajajajaja
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