España. 4 meses y medio
antes.
Sonreí saliendo de clase
con Cris y Noe a cada lado. Íbamos hablando de lo que haríamos ese fin de
semana. Cris prefería plan tranquilo con los chicos. Noche de parejas. Noe, se
decantaba más por una noche de chicas en su casa. Música, fotos y alcohol. A
mí, realmente me daba igual.
-Entonces esta noche cine,
y mañana cena con los chicos, ¿no? –Cris y yo asentimos sonrientes, estábamos a
dos semanas de las vacaciones de verano. Por fin. Escuché una moto derrapar en
el asfalto y mis ojos se perdieron en los preciosos ojos azules de Lucas.
Sonreí.
-Me voy chicas. Esta noche
nos vemos. –Las abracé a las dos con fuerza y corrí hacía la Honda negra que
estaba parada a pocos metros de nosotras. Me abracé a Lucas y él me besó con
dulzura.
-¿Qué tal el examen?
-Genial. Por fin he
acabado. –Él me chocó la mano y me levantó de un salto sentándome en la moto. –Sé
hacerlo yo sola, eh. –Rió. Y envolví mis brazos alrededor de su cuello.
-¿Mañana vienes a la cena?
-Claro que sí, princesa. –Sonreí
y volví a besarlo. –Venga, vámonos ya. –Él se subió a la moto poniéndose el
casco y arrancó en un segundo. Me alargó otro casco negro que colgaba de su
manillar y me lo puse con agilidad antes de entrar en la autovía. Llegamos a mi
casa en un par de minutos.
-Esta tarde voy al cine con
las chicas. Te llamo cuando acabe y hablamos ¿vale? –Él asintió, depositó otro
beso en mis labios y salió derrapando de mi calle.
Cuando el reloj dio las
seis y media empecé a arreglarme. Nada especial, unos pitillos blancos, una
camisa vaquera y unas cuñas negras que llevaba varios meses sin ponerme. Me
puse un poco de base, rímel y listo. Recogí mi pelo con una cinta y salí despidiéndome
de mi hermana y mi padre.
El cine no estaba muy lejos
de mi calle así que, llegaría a tiempo a pesar de que salí de mi casa diez
minutos antes de la hora a la que habíamos quedado. Y así fue. Cuando mi reloj
de pulsera dio las siete y cuarto yo ya estaba en la puerta del cine. Vi
aparecer a Cris y Noe al final de la calle y las saludé con la mano. Elegimos
una película al azar, ya que las críticas decían que todas eran buenas. Nos
decidimos por una que tenía acción y romance.
-¿Y cuando el chico le dice
a la chica que estará con ella siempre? Que mentira más grande. –Noe gesticulaba
de forma dramática y Cris y yo reíamos.
-Pues yo creo que sí es
verdad.
-Tú eres muy pastelosa,
Beca. –Le saqué la lengua a Cris y sonreí. –Eh, ¿esa no es la Honda de Lucas? –Cris
apuntó una Honda negra aparcada enfrente del cine.
-Claro, no habrá motos en
toda la ciudad como esa.
-Ninguna que lleve una ‘L’
en la parte trasera de color dorado. –Miré con atención y vi la marca de Lucas.
Sonreí. –Habrá venido a buscar a su princesa. –Me ruboricé y empecé a buscar su
pelo rubio por toda la calle. Y lo vi. Claro que lo vi.
Me acerqué a él junto a Noe
y, justo cuando iba a saludarle, una preciosa morena se tiró encima de él para
besarle con fuerza. Sentí como se me revolvía el estómago. Pero las ganas de
vomitar llegaron cuando él la abrazó con fuerza y volvió a besarla con la misma
intensidad.
-Maldita sea su raza. –Noe se
acercó a él pero yo la agarré del hombro haciéndola parar en seco.
-Es cosa mía. –Me adelanté
a ella y me coloqué a espaldas de Lucas. Tosí un par de veces y tiré de su
chaqueta para convertirme en el centro de atención. Él se dio la vuelta
sonriente, sin soltar de la mano a la chica, pero su sonrisa se esfumó en medio
segundo, justo cuando vio la chispa de rabia que saltaba en mis ojos.
-Beca. –Pero antes de que
dijera nada la palma de mi mano impactó en su mejilla. Sabía que le había dolido
por el gesto que hizo.
-Y tú –ahora miraba a la
chica, que observaba asombrada la escena –espero que hayas disfrutado con mi
novio. Ahora ex novio. –Una segunda bofetada se escuchó en la calle. Pero ahora
provenía de la chica morena que miraba con odio a Lucas.
-¿Tenías novia, maldito
gilipollas? –Ahora era yo la que miraba con incredulidad a la chica. –Lo siento,
ni si quiera me dijo que tenía novia, si lo llego a saber –su voz se quebró –lo
siento.
-En fin. –Resoplé y me di
la vuelta volviendo con Noe que me miraba sonriente y me abrazó en cuanto
llegué a su lado. Aguanté las lágrimas hasta que cruzamos la acera y Cris me
abrazó. Entonces no me pude aguantar más
y me derrumbé.
Ves ya te he dicho que Lucas no me gustaba.... JAJAJAJAJ Aupa Nial!
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