*Narra Niall*
Miré al lado de la camilla del hospital y vi como su pelo rubio caía por su cara mientras ella dormía. ¿Cómo podía ser tan preciosa? Creo que fue la primera vez que la vi dormida cuando me enamoré de ella. Me incorporé con cuidado intentando no hacer ruido, pero mi intento fue fallido y, ante el primer movimiento, Cris abrió los ojos dedicándome una de sus preciosas sonrisas.
-Buenos días bella durmiente.
-Buenísimos días, Niall. ¿Cómo estás? -Se acercó a la camilla y depositó un dulce beso en mis labios, dejando en estos el sabor de su cacao de fresa.
-Algo mejor que ayer, ¿sabes cuando me darán el alta?
-No lo sé, si quieres lo pregunto.
-Por favor. -Sonreí y ella asintió con una sonrisa y salió de la habitación. A los pocos minutos volvió con una sonrisa y se sentó en los pies de la cama.
-Dentro de un par de días volverás a casa. El martes. -Asentí, sin saber que cojones había dicho, ya que no había dejado de mirar sus labios. Tenía ganas de hacerla mía una vez más, pero tendría que esperar hasta que llegaramos a mi casa.
El sonido de mi móvil me devolvió a la realidad y me estiré en la cama para coger el iPhone que sonaba al lado de uno de los monitores del hospital.
-Buenos días, españolita.
-Estoy deseando que llegue el día que dejéis de llamarme así. -Ambos reímos con fuerza y ella resopló al otro lado de la línea. -Harry estate quieto, estoy hablando. -Reí imaginándome la escena. Ella sentada en el sofá y Harry besuqueándola intentando llamar la atención. Negué divertido y volví a prestar atención a lo que decía Beca. -Niall, ¿te parece bien?
-¿El que?
-Mierda, ¿me escuchas cuando hablo, idiota? -Sonreí al escucharla cabrearse y miré a Cris que observaba divertida la conversación. -Decía que, que te parece si llevamos comida y comemos Harry y yo con Cris y contigo.
-Claro, será genial.
-Bien, en una hora te veo rubio. -Y colgó, sin decir nada más. Extrañé escuchar el 'te quiero' que siempre me decía antes de colgar. Suspiré, a lo mejor es que me había acostumbrado demasiado a sus te quieros.
-¿Que decía?
-Vienen a comer con nosotros.
-¡Genial! Me cae bien, Beca digo. A Harry aún no lo conozco.
-Pues hoy es el día. -Ella sonrió asintiendo y se levantó de un salto dirigiéndose con prisa al baño. Escuché abrir un par de veces el grifo y como maldecía una y mil veces el no haber traído maquillaje. Era idiota, con lo preciosa que estaba al natural. Encendí la televisión, justo cuando Cris salió del baño y se sentó a ver la serie que estaba reponiendo conmigo. La hora se nos pasó volando y antes de darme cuenta, los rizos de Harry aparecieron por la puerta de mi habitación. Venía de la mano con Beca y, esta, traía una bolsa llena hasta arriba con comida. Harry se lanzó a mis brazos, abrazándome con fuerza mientras Beca y Cris se abrazaban con la misma efusividad; acto seguido Beca me abrazó y yo besé su frente, provocando que se ruborizara.
Comimos los cuatro entre bromas, risas y, alguna que otra pequeña pelea entre Beca y yo, pero todas por tonterías, fútbol o los estudios.
-¿Se puede? -Julie tocó un par de veces la puerta y entró a la habitación con una sonrisa, acompañada de cerca por Will. Beca se lanzó a los brazos de su primo y este le correspondió el abrazo, comiéndosela a besos. Eso era amor de primos y lo demás son tonterías. Reí ante la escena, convirtiéndome en el centro de atención de todos.
-Nosotros tenemos que irnos ya. -Harry se acercó a mí y me abrazó con la misma energía que al mediodía, después se despidió con un tímido apretón de manos de Will. Sonreí. Se había acojonado. Beca abrazó a Julie, a Cris y a su primo, y se acercó a mí para dejar un suave beso en mis mejillas, haciéndome sonreír.
-Hasta mañana. -Todos nos despedimos al unísono y ellos salieron cerrando la puerta, haciendo que el silencio regresara a la habitación.
Mi hermana y Will no se quedaron mucho más de una hora y, tras una efusiva despedida de mi hermana y el caluroso apretón de manos con Will, de nuevo volvía a estar solo con Cris.
-Niall, yo me tengo que ir hoy. Mis padres quieren que duerma en casa.
-No te preocupes, vete.
-No te voy a dejar solo. ¿Sabes de alguien a quién pueda llamar para quedarse contigo?
-Estaré bien.
-No. -Ella cogió el móvil y marcó un número con agilidad. -¿Julie? ¿Tú no te puedes quedar hoy con tu hermano, verdad? Lo suponía, no te preocupes. -Colgó y me miró. -Llamaré a Beca.
-No. Cris, vete, estaré bien. Si pasa algo serás a la primera que llame. Vete. -Ella me miró poco convencida y suspiró resignada.
-Vale, cariño. Te veo mañana. -Se acercó a mí y besé sus labios, saboreándolos dulcemente.
-Hasta mañana, princesa. -Recogió su bolso, y la gran bolsa con ropa que habia traído y, después de darme un par de besos más, salió de la habitación, dejándome solo con mis pensamientos. Fue entonces cuando comprendí que no me enamoré de ella cuando la vi dormir, sino cuando, al minuto de irse de mi casa la primera noche, la echaba de menos.
ASDFGHJKLÑASDFGHJLÑKSDFAGHJLÑKSDFAGHJKLÑASDFGHJKLÑASDFGHJÑLASDFGHJÑLKASDFAGHJKLÑ. Eso es todo lo que puedo decir.
ResponderEliminarCuándo vas a subir más capítulos?
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